Uno de los jugadores del Barça que más están decepcionando esta temporada es Robert Lewandowski. El delantero polaco, que empezó su aventura en el Camp Nou a un nivel superlativo, ya dio muestras de flaqueza en el segundo tramo de la temporada pasada, cuando su rendimiento bajó a una velocidad preocupante. Entonces se pensó que el esfuerzo realizado en el Mundial de Qatar le había pasado factura, pero que el delantero volvería a brillar en esta temporada. Lamentablemente, la versión que se ha visto no ha sido la esperada, hasta el punto de que muchos creen que es indispensable que Vitor Roque entre con buen pie en el Barça, ya que difícilmente se volverá a ver al Lewandowski que se convirtió en uno de los mejores jugadores del mundo en las filas del Bayern de Múnich.
El problema es que Lewandowski, que en agosto cumplió 35 años, tiene contrato con el Barça hasta el 2026 y, lo que es peor, parece no tener la más mínima intención de cambiar de aires. En verano, sin ir más lejos, tuvo una oferta mareante de Arabia Saudita, pero el polaco ni siquiera la estudió, encantado de su nueva vida en Barcelona.
Barcelona un gran descubrimiento
Y uno de los motivos por los que Lewandowski no tiene la más mínima intención de moverse de Barcelona es su mujer Anna Lewandowska, que está encantada con la nueva vida de la pareja. Así lo ha declarado en una entrevista en el portal Onet, una entrevista en la que parece claro que los polacos no piensan cambiar de aires. "Desde hace varios meses trabajo en la apertura de un gimnasio y una escuela de baile en Barcelona, donde también he estado organizando campeonatos deportivos", ha explicado.
Lewandowska, de hecho, parece no echar demasiado de menos Polonia. "Aunque sigo dirigiendo empresas en Polonia, ahora voy menos a menudo. Tengo que planificar mis compromisos profesionales para que no interfieran en mi vida familiar, porque mi hija Klara va al colegio".
Lewandowska, enamorada de Catalunya
Lewandowska se ha enamorado profundamente de Barcelona y de Catalunya, donde ha descubierto un estilo de vida que se adapta de maravilla a su manera de ser y de pensar. "Cuando vivíamos en Múnich, yo estaba completamente absorta en el trabajo. Me estaba metiendo en una especie de torbellino y a veces me preguntaba por qué hacía eso. Robert también me hizo esa pregunta. Después de mudarme a Barcelona cambié mi forma de ver la vida. Comencé a valorarla más y a disfrutarla al máximo. Los catalanes me han enseñado que solo hay una vida y que vale la pena disfrutarla".
Para la mujer de Lewandowski, no hay planes de cambiar de aires, hasta el punto de plantearse una vida en Barcelona a largo plazo, más allá de la carrera deportiva del delantero. "Ahora intento ser más espontánea y disfrutar de los pequeños momentos. Se podría decir que Catalunya es mi lugar y espero que nos instalemos aquí y nos quedemos por mucho tiempo, porque nuestra vida cotidiana aquí es completamente diferente a la de Varsovia o Múnich. Vivimos cerca de la playa y pasamos mucho tiempo allí".