El Mundial de fútbol de Qatar 2022 va camino de ser el más polémico de la historia. Y es que tras el escándalo del Qatargate sacado a la luz por France Football con una investigación periodística que demostró las irregularidades cometidas por la FIFA a la hora de adjudicar la organización de la Copa del Mundo en el país del Golfo Pérsico, ahora ha sido el turno del diario británico The Guardian, que tras una larga investigación ha demostrado que en las obras del Mundial ya han muerto más de 6.500 trabajadores inmigrantes, procedentes de India, Pakistán, Nepal, Sri Lanka y Bangladesh.
"Los hallazgos, recopilados a partir de fuentes gubernamentales, significan que un promedio de 12 trabajadores inmigrantes de estas cinco naciones del sur de Asia han muerto cada semana desde diciembre del 2010, cuando las calles de Doha se llenaron de multitudes extasiadas celebrando la victoria de Qatar", afirman en el The Guardian.
El medio, además, añade que el número total de muertos es significativamente mayor, pues en las cifras que publican no se incluyen las muertes de otros países que envían un gran número de trabajadores a Qatar, como Filipinas o Kenia, ni tampoco las muertes ocurridas en los últimos meses del 2020.
Más de 2 millones de trabajadores para un proyecto faraónico
En el momento en el que Qatar fue anunciado oficialmente como sede del Mundial 2022, que debería disputarse en invierno por las altas temperaturas del verano, el país anunció un proyecto faraónico, la construcción de 7 estadios de fútbol, un nuevo aeropuerto, carreteras, transporte público, hoteles e incluso una nueva ciudad, que albergará la final del Mundial.
Todo ello debía construirse en menos de 12 años, por lo que rápidamente el flujo migratorio con destino a Qatar se disparó, hasta el punto que a día de hoy se calcula que más de 2 millones de personas han llegado al país en la última década en busca de trabajo. El diario The Guardian explica, por ejemplo, el caso del nepalí Ghal Singh Rai, que pagó más de 1.000 euros para lograr un contrato como limpiador en un campamento de trabajadores. Una semana después de su llegada, tras ver las condiciones laborales, se suicidó.
Autopsias poco claras
"Qatar sigue arrastrando los pies sobre este tema crítico y urgente en aparente desprecio por la vida de los trabajadores”, afirma al The Guardian Hiba Zayadin, investigador del Golfo de Human Rights Watch. "Hemos pedido a Qatar que modifique su ley sobre autopsias para exigir investigaciones forenses sobre todas las muertes repentinas o inexplicables, y aprobar una legislación que exija que todos los certificados de defunción incluyan una referencia a una causa de muerte médicamente significativa", añade.
La FIFA, por su parte, afirmó lo siguiente a través de comunicado en el que no aportó ni una sola prueba: "La frecuencia de accidentes en los sitios de construcción de la Copa Mundial de la FIFA ha sido baja en comparación con otros proyectos de construcción importantes en todo el mundo".