El Nàstic de Tarragona no jugará la temporada que viene en la Liga Hypermotion después de encajar un durísimo golpe, un final muy cruel contra el Málaga, un gol en la última acción de la prórroga, de Antonio Cordero, que ha convertido una remontada épica, histórica, en un momento trágico. Bien entrada la segunda mitad del partido, las sensaciones no podían ser peores. El Nàstic necesitaba remontar el 2-1 de la ida y no encontraba espacios, a lo que se ha añadido la expulsión de Nacho González. Con 10 jugadores y solo 25 minutos por delante, parecía que el Málaga no tendría problemas para aguantar el resultado, pero ha aparecido Alan Godoy para cambiarlo todo, un gol de cabeza que ha enviado el partido a la prórroga.
La mejor temporada del Nàstic le daba ventaja en la media hora añadida, ya que el conjunto catalán necesitaba aguantar el 1-0 para ascender, pero nada más empezar la prórroga ha llegado el 2-0, en un centro teledirigido de Pol Domingo que Gorka Santamaría, con un remate de auténtico killer, ha transformado en el 2-0. El Málaga ha recortado distancias justo en el inicio de la segunda parte de la prórroga, pero el Nàstic ha aguantado el resultado. Y en el minuto 124, en la última acción de la eliminatoria, ha llegado el 2-2 que le daba el ascenso al Málaga.
Un Nàstic nervioso cae en la trampa del Málaga
El Nàstic ha iniciado el partido con el objetivo de darle ritmo al juego, de que pasaran cosas, mientras que el Málaga, con el resultado a favor, ha buscado todo lo contrario, que se jugara lo menos posible, con faltas, interrupciones y pérdidas de tiempo. En estas circunstancias, las acciones a balón parado eran auténticos tesoros que el Nástic ha intentado exprimir todo lo que ha podido. En el minuto 5, el conjunto catalán ha podido marcar en una falta lateral que Trigueros ha rematado, con la cabeza, por encima del larguero. La ocasión ha sido solo un espejismo, ya que el Málaga ha logrado imponer su estrategia y los minutos han ido cayendo sin que pasara nada.Y es que la siguiente oportunidad del Nàstic de Tarragona no ha llegado hasta el minuto 21, en una acción aislada, un centro de Andy desde la banda derecha que Pablo Fernández ha dejado pasar para David Concha, que no ha llegado a tiempo a rematar el balón. El partido estaba embarrado, sin combinaciones, lo que ha provocado que el Nàstic perdiera los nervios, cayendo en la trampa del Málaga, hasta el punto de que la siguiente acción de peligro se ha producido justo antes del descanso, una rosca teledirigida de Joan Oriol que ha salido fuera, por muy poco.
Una remontada épica con final trágico
El Nàstic ha empezado mucho mejor la segunda mitad, más metido en el partido, logrando hilvanar acciones largas, cambiando el juego de una banda a otra, para intentar romper una defensa del Málaga muy bien situada. Daba la sensación de que el gol acabaría llegando, ya que la sensación de peligro era cada vez mayor, aunque todo ha cambiado en el minuto 62, cuando Nacho González ha visto la segunda tarjeta amarilla, por una falta sobre Ferreiro. La amonestación ha sido muy rigurosa y ha cambiado el panorama, ya que el Málaga se ha visto con un jugador más para aguantar con mayor solvencia la última media hora de eliminatoria.
En estas circunstancias, al Nàstic no le ha quedado más remedio que atacar a la desesperada, colgando balones. En el minuto 70, Gorka ha estado a punto de marcar, en un disparo que ha despejado un defensa. Y en la siguiente acción ha llegado el premio, en un remate de cabeza de Alan Godoy (71'). El gol lo ha cambiado todo, ya que el Nàstic se ha encerrado en su área, mientras que el Málaga se ha ido al ataque. Los andaluces, sin embargo, no han generado peligro y la final se ha ido a la prórroga. Y en el tiempo añadido no podía empezar mejor, con el 2-0, en un remate espectacular de Gorka Santamaría después de un gran centro de Pol Domingo (94'). Quedaba mucho tiempo, pero el gol ha hundido al Málaga y ha dado alas al Nàstic, que ha aguantado bien el resto de la primera parte. Los nervios, sin embargo, han vuelto en el inicio de la segunda mitad, cuando Dioni ha marcado el 2-1. Ha tocado sufrir, pero el Nàstic ha logrado aguantar el 2-1 hasta el último suspiro, cuando Antonio Cordero ha convertido la fiesta en un funeral.