La renovación de Anssumane Fati por el Barça escondía un secreto que no se había revelado hasta la fecha. Y es que, en realidad, la primera opción del joven delantero no fue quedarse en La Liga Santander, si no hacer las maletas para iniciar una aventura en otro conjunto. Concretamente, en el Paris Saint-Germain, que pretendía aprovechar el hecho de que quedaba libre en 2022 para llevárselo. E incluso estaban dispuestos a pagar la cláusula de rescisión, de 100 millones de euros.
Nasser Al-Khelaïfi había señalado al internacional español como objetivo prioritario, y estaba dispuesto a hacer una importante apuesta por él, a pesar de que en ese momento se encontraba lesionado de gravedad. Le consideraba como el mejor sucesor posible para Kylian Mbappé, que ya tenía decidido no prolongar su vínculo, y marcharse al Real Madrid. Y estuvieron en negociaciones avanzadas durante bastante tiempo, hasta que perdieron el contacto.
Jorge Mendes se mostraba muy optimista, y su intención era llevarse a la estrella nacida en 2002 al Parque de los Príncipes. Pero, después de que firmaran a Leo Messi, los de Mauricio Pochettino dejaron de mostrar interés en el hispano-guineano, por orden del astro argentino. El motivo es porque no tiene una buena relación con él, y no quería compartir vestuario con su ex compañero en el Camp Nou. Muy pocos lo sabían, pero en realidad, no se soportan.
La irrupción de ‘Ansu’ quitó mucho protagonismo al siete veces ganador del Balón de Oro, y eso provocó que le viera como un competidor, más que como un amigo. Además, no gustó nada bien que dejara a Jorge Messi, que era su representante, para marcharse con el agente portugués. Una de las primeras exigencias del ‘30’ al PSG fue que se olvidaran de Fati, y aún a día de hoy no ha conseguido perdonar esa traición que le hizo a su padre.
Después de que Al-Khelaïfi se olvidara de él, Joan Laporta consiguió renovar al ex del Sevilla. De no ser por Messi, muy probablemente también hubiese acabado abandonando el Barça, con el que firmó hasta 2027, subiendo su cláusula hasta los 500 ‘kilos’.
Laporta prefería ‘sacrificar’ a Messi
En cierto modo, se puede decir que el conjunto azulgrana ha salido ganando. Han perdido a Leo, el máximo goleador de la historia de la entidad, pero cobraba un sueldo demasiado elevado, y ya tiene 34 años. Fati, en cambio, solamente tiene 19, y tiene un brillante futuro por delante. Lástima que las lesiones estén frenando su evolución.
No obstante, siempre que ha estado disponible, ha demostrado tener cualidades más que de sobra para marcar la diferencia. Y, sobre todo, tiene un idilio con el gol, y una gran facilidad para ver portería.
Xavi Hernández confía ciegamente en él.