Como muchos otros equipos, el Sevilla ha tenido un verano bastante movido en lo que a rebaja de masa salarial se refiere. Desvincular a jugadores como el Papu Gómez y Idrissi ha sido una botella de oxígeno para la entidad. Y gracias al buen trabajo de los responsables, los andaluces no tuvieron dificultades significativas al inscribir jugadores. De hecho, aún no ha alcanzado el límite salarial, lo que les permitirá reforzarse, si es necesario, en el mercado de invierno.

No obstante, la situación económica del club sigue siendo muy precaria. Su participación en la Champions League puede ser crucial para mejorar las cuentas, pero arrastran deuda del año pasado y de los anteriores. Y su participación en la máxima competición continental tampoco asegura nada.

Las ventas del Sevilla no lo salvan de registrar un balance negativo

La elevada masa salarial durante estos años bajo la dirección de Lopetegui, así como la fijación de objetivos muy difíciles de alcanzar, como los cuartos de final de la Champions en alguna ocasión, han tenido un impacto negativo en las cifras, que no se han equilibrado a través de transferencias. Las ventas proyectadas no cumplieron las expectativas y solo se recaudaron 21 millones fijos por Bono, 3 millones por Tecatito y 2 millones por Rekik. Mientras que la liberación de la masa salarial (Papu, Delaney, Augustinsson, Rony Lopes o Montiel, entre otros) fue lo único que permitió tener margen para incorporar a Mariano Díaz en el último día y fichar a Sergio Ramos fuera del cierre del mercado sin sanciones de la Liga.

Sergio Ramos presentación Sevilla / Foto: EFE

Actualmente se reconocen unas pérdidas de 20 millones, que se suman a los 41,4 millones presentados en la temporada 20-21 y los 24,8 millones de la temporada 21-22. Tres campañas en las que el Sevilla estaba en la Champions. Como decíamos, competir en Europa no garantiza nada.

Del Nido mueve hilos para volver al Sevilla

Con todo, las cuentas presentadas en diciembre pasado, con pérdidas de 24,8 millones, no fueron aprobadas por una junta de accionistas en la que prevaleció la mayoría liderada por José María del Nido Benavente. Así las cosas, el registro mercantil ha ordenado una auditoría para evaluar el estado de las cuentas, y según informa Estadio deportivo, finalmente será la empresa Ernest & Young la encargada de llevar a cabo esta tarea.

Este panorama genera un conflicto entre Del Nido y José Castro, con las intenciones del primero de regresar al club. Si logra hacerlo, tiene la intención de limpiar el Sevilla y volver a formar un equipo ganador que sea capaz de dar la cara en la Champions.