La vuelta de Leo Messi al Barça cada vez es más probable. Porque si ya había pocas posibilidades de que renovara su contrato con el Paris Saint-Germain, ahora han pasado a ser prácticamente nulas. El jugador se había atrevido a rechazar todas las propuestas de ampliación que le había presentado Nasser Al-Khelaïfi hasta el momento, y había mostrado su descontento con el proyecto que hay, además de no haberse aclimatado a la ciudad y a su vida en Francia.
Esto le empujaba a querer abandonar el Parque de los Príncipes, donde le prometieron que sería la estrella del equipo, y competirían por todos los títulos. Pero nada más lejos de la realidad, puesto que han sido eliminados en octavos de final de la Champions League en las dos últimas campañas, y tan solo tienen opciones de conquistar la Ligue1. Aparte, ha visto como Kylian Mbappé le superaba en importancia y en la escala salarial, una cosa que no gustó nada al argentino.
Por si eso no fuera suficiente, ha tenido que soportar por primera vez en su carrera como su propia afición le abucheaba y le dedicada una sonora pitada. El divorcio es total, y más, después de haber sido castigado sin cobrar y sin jugar ningún partido las dos próximas semanas, después de que se marchara a Arabia Saudí sin el permiso del club. Nadie tiene ningún tipo de duda de que cambiará de aires en junio, con la carta de libertad bajo el brazo.
Y ahora mismo, la opción más posible es que desembarque en el Camp Nou, para ponerse a las órdenes de Xavi Hernández. Joan Laporta está haciendo todo lo posible para conseguir que el sueño se convierta en realidad, y Messi viva una segunda etapa en el combinado azulgrana. Las conversaciones van por muy buen camino, y se habla de un acuerdo casi cerrado, a la espera de encontrar la manera de poder inscribirlo en La Liga, sin incumplir el Fair Play Financiero.
Deberán de rebajar la masa salarial, y obtener millonarios ingresos, aunque la esperanza del Barça es no encontrarse con demasiados problemas, y llevarse el gato al agua.
Nike quiere lucrarse gracias a Messi
Nike, el principal sponsor del Barça, también apoya la idea de Laporta, y de hecho prepara un lanzamiento mundial y una campaña publicitaria para sacar el máximo beneficio posible con el regreso de Messi. Y es que confían en que su camiseta, con el dorsal ‘10’ a la espalda que actualmente pertenece a Anssumane Fati, sea la más vendida, y arrase en cuestión de horas, dejando mucho dinero en las arcas.