Pablo Torre llegó al Barça con unas expectativas muy elevadas. Venía de destacar en el Racing de Santander, siendo pieza clave en el conjunto de su tierra, para lograr el ascenso a La Liga SmartBank, siendo campeones de Primera RFEF. Las destacadas actuaciones que protagonizó le valieron para que Joan Laporta pagara unos seis millones de euros para hacerse con sus servicios, adelantándose al resto de admiradores que tenía.
Entre ellos, se colocaba al Atlético de Madrid, al Sevilla, al Villarreal, al Betis, al Celta de Vigo, a la Real Sociedad o al Real Madrid. Pero eligió unirse al proyecto de Xavi Hernández, donde le garantizaban minutos y la oportunidad de consolidarse en la élite. Le pusieron como ejemplo el caso de Pedri González, que desembarcó en el Camp Nou en unas circunstancias bastantes similares, y pasó de ser un completo desconocido a una estrella mundial en cuestión de pocos meses.
Y la realidad es que el cántabro dejó muestras de su increíble talento y del golpeo de balón que atesora haciendo actuaciones muy destacadas en la pretemporada. Se ganó múltiples elogios, y eso hizo que decidieran quedárselo en la plantilla, rechazando las ofertas de cesión que llegaron. Rápidamente, comenzaron las comparaciones con una leyenda como Andrés Iniesta, aunque desde ese momento, lo único que ha recibido son malas noticias.
Torre ha tenido que conformarse con un papel testimonial en las rotaciones, jugando entre poco y nada. En el mercado invernal volvió a hablarse de la posibilidad de cederlo, pero el Barça se negó, y todos confiaban en que la suerte del internacional español sub 19 cambiara, y pudiera ser más importante. Nada más lejos de la realidad, ya que ha seguido en el ostracismo, y solamente ha podido jugar con el filial que dirige Rafa Márquez.
Hasta el juvenil Ángel Alarcón le ha pasado por delante, y está contando más para Xavi.
Pablo pide ayuda a Laporta
Es evidente que la situación actual de Pablo es insostenible, y no puede seguir así durante más tiempo, de lo contrario, se expone muy seriamente a que su progresión se estanque. Él es el primero que lo sabe, y por ello ha pedido ayuda a su agente, y también a Mateu Alemany y a Laporta.
Todavía sueña con poder triunfar en el Barça, pero espera que le dejen irse a préstamo a otro conjunto de La Liga Santander donde sí tenga regularidad y continuidad, que es lo que necesita para seguir creciendo.