No cabe duda de que Leo Messi ha sido el mejor jugador de la historia del FC Barcelona. Y que sin el argentino, el club culé no hubiera ganado ni un tercio de los títulos que ha conseguido en los últimos años. Sin embargo, tanta calidad, como suele ser habitual en estos casos, también ha generado algunos problemas.
Porque la clase del de Rosario ha tapado las carencias del equipo y la calidad mediocre de muchos de los futbolistas que han pasado por can Barça. Inferioridades que no se han visto hasta que el argentino no salió del club el año pasado. Con la baja de Messi han salido a relucir muchas de las vergüenzas del equipo culé. Y al margen de que Ronald Koeman como entrenador era bastante limitado y no daba para más, algo de razón tenía cuando se quejaba de la baja calidad del equipo.
La amistad con Leo Messi salvó a Jordi Alba
Asimismo, esa dependencia de Messi en la consecución de títulos también le otorgó mucho poder sobre el vestuario y sobre el club. Y las consecuencias de aquello todavía las está pagando el conjunto catalán. Y más concretamente Xavi Hernández.
Porque si no hubiera sido amigo de Leo Messi, no está claro que Jordi Alba todavía seguiría en el club. El lateral ofreció un rendimiento superlativo en sus primeras temporadas, pero lleva algunas campañas en las que su rendimiento ha dejado mucho que desear. Aún así, mientras estuvo Messi, logró mantener la titularidad por ordeno y mando. Y no solo eso. También consiguió renovaciones al alza bastante inmerecidas. El argentino no tenía la culpa. En todo caso la responsabilidad fue de la incompetencia de Josep Maria Bartomeu y su séquito. Pero no hay duda de que la amistad con Leo fue clave. Porque Bartomeu solo pensaba en una cosa: que Messi estuviera contento y no volviera al vestuario contra él.
Xavi Hernández corta por lo sano
Es cierto que el año pasado Messi ya no estaba y Alba fue titular. Pero también lo es que había conseguido lo que quería: no tener competencia.
Por suerte para el Barça Xavi Hernández no se casa con nadie. Y el egarense ha sido valiente para llevar a cabo lo que muchos llevan pidiendo desde hace tiempo. Ha apostado por Alejandro Balde y ha convertido a Alba en un suplente habitual. Un problema que Xavi ha retirado del terreno de juego, pero que lo sigue siendo para la economía del club. Y lo será durante los próximos dos años. Tiene contrato hasta 2024, y ya se negó a marcharse al Inter de Milán, incluso, tras la llegada de Marcos Alonso.