Se acabaron las oportunidades y la paciencia. Riqui Puig ha agotado su crédito, y ha demostrado que simplemente no tiene el nivel necesario para jugar en el Barça. No niegan sus grandes cualidades técnicas, su habilidad con el balón y su visión de juego, pero eso no es suficiente. Porque le exigen mucho más desde el punto de vista físico, un apartado en el que no ha mejorado nada en las últimas temporadas. No ha experimentado ninguna progresión, y Joan Laporta tiene decidido darle salida.
Cree que es lo mejor para todos, incluido, para el internacional español sub 21. Por mucho que en el pasado insistieran para que hiciera las maletas, siempre se ha negado rotundamente, pues su deseo es triunfar en el equipo azulgrana, y rechazó múltiples ofertas de cesión. Ha preferido quedarse en el Camp Nou, a pesar de jugar entre poco y nada, antes que marcharse a otro lugar donde sí le garantizarían minutos, y podría acumular experiencia.
Ronald Koeman intentó echarle nada más llegar, y volvió a probar suerte el verano anterior, pero en ambas ocasiones no tuvo éxito. Le acusó de ser un filtrador de noticias delante de toda la plantilla, humillándole y dejándole en ridículo, pero ni siquiera eso fue suficiente para que el de Matadepera decidiera irse. Con Xavi Hernández las cosas le han ido ligeramente mejor, pero tampoco demasiado. Y no ha podido asentarse.
Riqui tiene contrato hasta 2023, y el Barça no tiene ningún tipo de intención en ofrecerle la renovación. Desean que se vaya, y que libere una plaza y haga espacio en el vestuario. Así que todo hace indicar que finalmente dirá adiós, y tiene propuestas para hacerlo mediante una cesión o un traspaso definitivo. Después de muchos años en el club de su vida, ha llegado el momento de despedirse para el centrocampista nacido en el año 1999.
Aunque otros medios aseguran que Puig está decidido a quedarse otro curso más, antes de decir adiós con la carta de libertad bajo el brazo el próximo verano. Laporta hará todo lo posible para no tener que esperar otros 12 meses.
Gerard Piqué no podrá hacer nada
Uno de los grandes protectores de Riqui era Gerard Piqué, con quien mantiene una excelente relación. Él fue quien le ayudó para que no le echaran, y habló personalmente con Laporta hace unos meses para convencerle de que no podían perder a una de las grandes promesas que ha dado La Masía en los últimos tiempos.
No obstante, ya no hay nada que pueda hacer el marido de Shakira. En el Barça le han colocado el cartel de prescindible, y no cuentan con Puig.
Tiene pie y medio fuera.