Robert Lewandowski ya es uno más en el vestuario del Barça, donde se ha convertido en uno de los líderes desde su llegada. Su adaptación no podría haber sido mejor, y a pesar de la barrera del idioma, es uno de los pesos pesados del equipo. Su experiencia y su jerarquía tiene un valor incalculable, y es un referente para todos sus compañeros. No obstante, también ha provocado que haya un episodio de celos y de envidia, como era de esperar.

Porque hay jugadores que han tenido que aceptar un papel secundario por su culpa, y que han perdido importancia en el club. El ejemplo más evidente de esto es un Memphis Depay que si ya tenía complicado disponer de minutos antes, esta campaña lo ha tenido directamente imposible. No es casualidad que tan solo haya participado en tres partidos, aunque también es cierto que ha experimentado problemas con las lesiones.

Sin embargo, la cosa no acaba aquí. También hay otra razón de peso por la cual el internacional con la selección de los Países Bajos no puede ni ver al ex del Bayern de Múnich, del Borussia Dortmund y del Lech Poznan, y es por haberle robado el dorsal. Joan Laporta y Mateu Alemany le quitaron el ‘9’ sin previo aviso, para dárselo al ganador del ‘The Best’ en el año 2020, y se tuvo que conformar con quedarse el ‘14’, que estaba libre después de la marcha de Philippe Coutinho.

Eso no es todo. Lewandowski también pidió quedarse con la casa del ariete de 28 años, dando por hecho que abandonaría el Camp Nou, pese a que finalmente esto no ocurrió. Decidió quedarse, siendo consciente de que su rol sería residual, y agotar el contrato que tiene firmado, que se extiende hasta el mes de junio. En estos momentos no hay posibilidades de que renueve, pues no ha habido conversaciones para ello, ni hay programada ninguna reunión.

Depay dejará el Barça con total seguridad, y está a la espera de confirmarse su próxima parada.

Memphis no se marchará en el mercado invernal

Precisamente Memphis era uno de los candidatos a hacer las maletas en este mercado invernal, para evitar que se marchara sin dejar ni un solo euro en las arcas, pero ya se sabe que esto no sucederá. Y es que Xavi Hernández advirtió que no quiere perder a ninguno de sus efectivos.

Ni siquiera a Depay, por mucho que no entre en sus planes, y que tenga una relación nula con Lewandowski, la nueva estrella del Barça.