Pablo Torre ha tomado una decisión contundente tras meses de frustración en el FC Barcelona. El joven cántabro siente que su progresión está estancada bajo las órdenes de Hansi Flick, quien no termina de confiar en él a pesar de sus destellos de calidad. El partido contra el Celta de Vigo en Balaídos fue el punto de inflexión para el mediocampista. Entró al terreno de juego en los últimos cinco minutos, una vez más en un rol testimonial que no satisface ni a Pablo Torre ni a su entorno.
La competencia en el centro del campo azulgrana es feroz. Con nombres como Gavi, Frenkie de Jong, Fermín, Dani Olmo y Pedri, las oportunidades para Pablo Torre han sido prácticamente inexistentes. Flick prefiere apostar por jugadores más experimentados o que encajen mejor en su esquema, relegando al ex del Racing de Santander a un papel secundario. A pesar de ello, cada vez que Pablo Torre ha tenido minutos, ha demostrado su calidad con destellos de talento, pero no ha sido suficiente para ganarse la confianza del técnico alemán.
El mediocampista, que llegó al Barça con la ilusión de consolidarse en la élite, ha transmitido su malestar a su entorno y a su representante. Según fuentes cercanas, ya ha pedido a Deco que explore opciones para salir del club en enero. Una cesión parece ser la solución más viable, permitiendo al jugador encontrar continuidad en otro equipo mientras el Barça decide qué hacer con su futuro a largo plazo.
Varios equipos de LaLiga ya han mostrado interés en Pablo Torre. Uno de los destinos que más suena es la Real Sociedad, donde Imanol Alguacil estaría encantado de contar con un jugador de su perfil para reforzar el centro del campo de cara a la segunda mitad de la temporada. Otros equipos como el Villarreal o el Betis también han preguntado por la situación del cántabro, quienes ven en él a un mediocampista capaz de marcar diferencias si dispone de minutos.
En el Barça, la salida de Pablo Torre no sería una sorpresa. Deco es consciente de la sobrepoblación en el centro del campo y entiende que una cesión podría ser lo mejor para todas las partes. Sin embargo, el club no está dispuesto a desprenderse definitivamente del jugador, ya que sigue siendo considerado una pieza valiosa para el futuro.
Mientras tanto, Pablo Torre mantiene su profesionalidad y sigue entrenando al máximo, pero su paciencia tiene un límite. Todo apunta a que el mes de enero será clave para definir su futuro, con la posibilidad de un adiós temporal que podría ser el paso que necesita para demostrar todo su potencial.