La victoria del FC Barcelona ante el Alavés no ha espantado los fantasmas de un club sumido en una pequeña crisis, más de juego que de resultados. A pesar del tropiezo en Champions League contra el Shaktar, lo cierto es que los de Xavi Hernández han ido sacando los partidos hacia adelante, con más efectividad que buen fútbol. Una situación que está generando revuelo en el entorno barcelonista y sobre todo en un vestuario que está empezando a ponerse nervioso, fruto de un bloqueo mental que surge cuando las cosas no salen.
El mal juego de los hombres de Xavi se repite, es como darse de bruces contra un muro una y otra vez. Ante los babazorros la dinámica no fue diferente, ni siquiera el invento del técnico egarense (alineando a Cancelo por la izquierda y a Araujo por la derecha) sirvió para darle aire fresco a su equipo. De hecho, el propio entrenador deshizo el entuerto ante su evidente equivocación. Araujo funciona mejor en el eje y el sacrificado, en caso de necesidad, tiene que ser el francés, que sufrió mucho con Samu Omorodion.
Íñigo Martínez, el gran señalado
Sin embargo, las redes se han cebado con la pareja de baile del central francés, Íñigo Martínez, que empezó con mal pie el enfrentamiento ante el Alavés. De hecho, mostró muchas carencias en la acción inicial, donde el delantero babazorro perforó la portería de Ter Stegen, y el vasco podría haber hecho mucho más para evitarlo.
Su bonita batalla con el jugador cedido por el Atlético de Madrid, así como intensa, también dejó en evidencia al ex del Athletic Club. Omorodion, hasta la incursión de Araujo de nuevo en el centro de la defensa, hizo lo que quiso con Íñigo, que estuvo perdido en la primera media hora de partido.
El poderío físico del delantero español del Alavés mantuvo en jaque a toda la defensa, en especial al central zurdo del Barça, que parece haberle ganado la partida a un Christensen que ha perdido la titularidad. Sin embargo, no fue el mejor día para un Íñigo que salió retratado en la foto del primer gol, y podría haber salido mucho más perjudicado si no hubiera sido por la falta de acierto de un Omorodion que tuvo hasta tres ocasiones para hacer el segundo.
Pedri y Gündoğan se desesperan con el nivel de Íñigo
Ni siquiera la segunda parte del central vasco, en la que no tuvo demasiado trabajo gracias a un Araujo que ha demostrado que es inamovible, salva de la quema al español. "No tiene nivel para jugar en el Barça", eran algunas de las críticas que se leían en redes sociales sobre Íñigo Martínez.
Su gran pase filtrado a Ferran Torres, que provocó el penalti de la victoria, no ha sido óbice para que sea el blanco de la ira de muchos aficionados, descontentos con la actuación del Barça. Pedri González e Ilkay Gündoğan también recriminaron alguna que otra acción al central, que genera muchas tensiones en la medular. Porque, por el momento, no ha ofrecido el nivel esperado.