Rodrigo Hernández es ahora mismo uno de los mejores jugadores del planeta. El estado de forma que atraviesa es excepcional, y se ha convertido en uno de los principales candidatos al Balón de Oro y al ‘The Best’, después de haber conquistado el triplete con el Manchester City, y la UEFA Nations League con la selección española, teniendo un papel fundamental en todos estos títulos. De hecho, fue el autor del gol en la final de la Champions League contra el Inter de Milán.
Y pensar que tuvo problemas de adaptación en sus primeros meses en la Premier League… pero ya nadie se acuerda de eso, gracias al increíble nivel y a la regularidad que ha tenido a lo largo de las últimas campañas. Pep Guardiola ha conseguido sacar su mejor versión, y en estos momentos es mucho más que un simple pivote defensivo. Además de recuperar balones y de distribuir el juego del equipo, también es un llegador al área rival.
El entrenador catalán le ha dado libertad de movimientos, y eso le permite estar en todas las partes del terreno de juego. Ya es un ídolo en el Etihad Stadium, y para mucha gente es el futbolista más importante del equipo, por delante de sus compañeros Rubén Días, Erling Braut Haaland o Kevin de Bruyne. Afortunadamente, está blindado a largo plazo, después de que firmara un nuevo contrato el año pasado, con una validez hasta el lejano 2027.
Joan Laporta pensó en él este verano, para ser el sucesor de Sergio Busquets, como lo ha sido en ‘la Roja’. Pero los ingleses ni siquiera se llegaron a plantear la posibilidad de dejar marchar a Rodri, lo que provocó que en el Barça no tuvieran de otro remedio que olvidarse por completo de él. A sus 27 años, ya acumula una experiencia increíble al más alto nivel, y por sorprendente que parezca, asegura que sigue teniendo un notable margen de mejora.
Sin duda, merece ser considerado como una estrella mundial, y como una de las mejores operaciones que el City ha hecho a lo largo de la última década.
Florentino Pérez trató de firmar a Rodri en varias ocasiones
Florentino Pérez no ha quedado sorprendido con la evolución que ha experimentado Rodri en los recientes años, pues le conocía perfectamente, y sabía de lo que era capaz. Por ese motivo, trató de llevárselo al Real Madrid en varias ocasiones, siendo la primera de ellas cuando todavía era un niño.
A posteriori, también lo tentó cuando jugaba en el Villarreal, y por último, en 2019, cuando se decantó por marcharse con Guardiola, a cambio de los 75 millones de euros que marcaban su cláusula de rescisión en el Atlético de Madrid.