El Cádiz le tiene la medida cogida al FC Barcelona, pero esta tarde del sábado no ha sido suficiente para prolongar a cinco los partidos que el conjunto andaluz priva a los culés de la victoria. Con todo, algunos jugadores del combinado catalán no han estado a la altura del resto de sus compañeros, mientras que otros han tenido que hacerse valer para demostrar que el Barça sí que es capaz de ganar en tierras gaditanas.
En un partido que siempre quedará marcado por el grandísimo susto del paro cardiaco de un aficionado del Cádiz cuando se habían jugado 81 minutos con 0-2 en el marcador, después de una hora de angustia se ha podido jugar el tramo final, que ha acabado con dos goles más que sólo ha hecho que confirmar lo que ya se había visto durante todo el partido.
Ferran Torres, errático constantemente contra el Cádiz
Es cierto que Ferran Torres necesita confianza, pero Xavi Hernández ha querido otorgarle la oportunidad ante uno de los rivales más incómodos contra los que puede jugar el Barça en la Liga. El Cádiz es muy rocoso y las ayudas de los exteriores, Iván Alejo y Brian Ocampo, incomoda mucho la labor de los extremos. El técnico blaugrana los quiere bien abiertos y buscándole las cosquillas a los laterales rivales, pero los dos contra uno que preparaban los cadistas a Raphinha y al mismo Ferran, no sólo ayudaban en tareas defensivas, sino que servía para recuperar pelotas acosando a las alas del ataque blaugrana.
Tanto Zaldua como Espino se harían un hartón de recuperar pelotas, mientras que Ferran y Raphinha se harían otro de perder. El de Foios, con malas decisiones y con acciones con falta de convencimiento, mientras que el brasileño quedaría retratado con algún pase horizontal que propiciaría alguna de las pocas salidas al ataque de los locales. Sea como sea, Raphinha protagonizaría la ocasión más clara de la primera parte. En el 9' de partido, a pase de Gavi, estrellaría una pelota en la madera después de un gran tiro al palo corto que engañaba a Mbaye i Ledesma. Por otra parte, Ferran desperdiciaría dos ocasiones claras de gol. Una sólo empezar el partido después de hacer un mal control. La otra, después de no entrar en zona de remate ante un gran centro de Raphinha con pierna derecha.
Memphis tampoco ha tenido su tarde
Raphinha ha acabado creando y desbordando. Ferran ha sido sustituido merecidamente por Dembélé en el minuto 60, que con su gol final sólo ha hecho que confirmar una vez más que la diferencia entre los dos es abismal. Entonces, Xavi ha hecho un triple cambio en el cual también ha decidido sacar a Memphis Depay del césped. El neerlandés ha estado participativo, pero de cara a puerta a fallado la ocasión más clara del la hora que él ha jugado de partido aparte del gol.
Hoy en la posición de '9' con Lewandowski siendo suplente, ha tratado de alejarse de la defensa para entrar en juego, pero no encontraría la manera de ser trascendental en el juego ofensivo culé y se ha acabado marchando antes de tiempo. En resumen, ha pasado por el Nuevo Mirandilla sin pena ni gloria. Y para acabar de completarlo su relevo, el polaco, ha vuelto a ver portería. y ha regalado el tercero a Ansu Fati.
Frenkie de Jong, acompañado de dos notables más
Frenkie de Jong, como el resto de sus compañeros, estaría muy plano en la primera mitad. No obstante, en la reanudación el neerlandés entendería que si no participaba en la elaboración, podía desaparecer para buscar las espaldas de los centrales y fijarlos en el área rival. Pisar área le gusta, y junto con uno de los notables fabricaría el primer gol. Gavi ganaría línea de fondo por el flanco derecho. Sería la tercera vez que lo haría siendo un cuchillo caliente y el Cádiz un bloque de mantequilla.
Esta vez, sin embargo, encontraría el éxito. Centro atrás, que desviado por Ledesma, quedaría para de Jong que a placer ha establecido el 0-1 en el marcador. No obstante, aunque la ventaja ha empezado en el 55', el partido todavía no estaba controlado para los de Xavi. Ha sido cuando ha ingresado Robert Lewandowski en el triple cambio del minuto 60 que ha cambiado la cosa. Xavi quería hacer un lavado de cara del Barça, y teniendo al killer polaco en el banquillo, es muy difícil que no lo consiga. Lewandowski ha hecho aquello que mejor hace, marcar goles. Con el 0-2 ha sentenciado, y una vez superado el susto con el aficionado, ha asistido a Ansu Fati en el 0-3, poco antes del 0-4 definitivo de Dembélé.