¡Novak Djokovic es el nuevo campeón olímpico! El serbio ha vuelto a demostrar que es el mejor jugador del mundo y ha derrotado a Carlos Alcaraz en dos sets. En los grandes escenarios, Djokovic crece y, cuando más falta le hacía, ha vuelto a jugar a su mejor nivel. Ganando los dos sets al 'tie break' (6-7, 6-7), ha conseguido su tan anhelado oro olímpico. Alcaraz no ha podido tomar el relevo de Rafa Nadal a Pekín 2008 y se ha tenido que conformar con la plata. Después de ganar Roland Garros y Wimbledon, las olimpiadas han sido demasiado.
Se esperaba una final intensa, y no ha decepcionado. Desde el inicio, cada punto ha sido una batalla y cada juego conseguido un alivio. Los dos han empezado sufriendo mucho con el servicio, no por su bajo nivel sino por los restos estelares. Juegos larguísimos y muy luchados, levantando pasiones entre el público. Ovaciones y celebraciones constantes en la gradería para dar uno de los ambientes más espectaculares de la temporada. La mayoría de aficionados españoles no ha gustado a Djokovic, que no se ha mostrado muy amigable. Gestos y más gestos del serbio, incómodo, que no gustaban a nadie y solo calentaba más la atmósfera.
La batalla de las batallas
Alcaraz ha necesitado unos cuantos puntos de rodaje antes de empezar a desplegar sus mejores golpes, pero una vez han llegado, Djokovic ha tenido que sudar para mantener el marcador. La sonrisa de Carlos era cada vez más presente, mientras la desesperación del serbio iba aumentando. Con 4-4 en el primero siete y Novak al servicio, el español ha tenido hasta 5 pelotas de 'break' para ponerse por delante, pero no las ha podido materializar. El primero que cediera el servicio, perdería el set. Ninguna presión. Con el 6-5, Djokovic se ha asegurado el 'tie break', y Alcaraz ha hecho lo mismo en el siguiente juego con varios puntos espectaculares para salvar una pelota de set que se han ganado los aplausos de su rival. Así, pues, el primer set se ha decidido en la muerte súbita. Si el nivel ya ha sido alto durante el set, lo que hemos visto en estos últimos puntos ha sido estratosférico. Cuando ninguno de los dos puede fallar, ninguno de los dos falla. Y, contra todo pronóstico, un retorno monstruoso del serbio ha acabado decantando la balanza por su lado (7-3).
El segundo set ha empezado con la misma tónica: mucha igualdad. Alcaraz ha tenido una bajada anímica que le ha complicado todavía más las cosas, pero si alguien sabe sacar lo mejor de sí en los momentos más complicados es el murciano. Las sensaciones eran contrarias, ahora. Con cada minuto que pasaba, el serbio parecía más seguro, y Carlos sufría más y más. Y, sin mostrar ninguna debilidad, Djokovic se ha plantado con el 4-4 e intentando romper el servicio del español. Con los nervios a flor de piel, sin embargo, el juego ha caído del lado del murciano en uno de los momentos más tensos del partido. Manteniendo la respiración en todo momento, hemos llegado a un segundo 'tie break'. En los puntos más importantes de la final, Novak ha sido muy superior. 7-2 en el segundo juego decisivo
La veteranía se ha impuesto a la juventud
Djokovic había soñado con este partido toda la vida. Fue el medallista más joven de la historia en Pekín 2008, consiguiendo un bronce que le dejó mal sabor de boca. Y peor era el sabor de la medalla de chocolate de Londres 2012 y Tokio 2020. Siempre a las puertas de la final, por fin ha conseguido un paso más. Enfrentando uno de los partidos más importantes de su carrera, sus 37 años le han servido para mantener la calma en los momentos más difíciles. Cuando las pulsaciones van a mil por hora, el serbio ha sido superior.
Oro para Novak Djokovic, plata para Carlos Alcaraz y bronce para Lorenzo Musetti. El español se queda, a disgusto, sin ninguna medalla de oro en unos juegos donde venía a ganarlo todo en individuales y dobles. Pero, con solo 21 años, tendrá muchas oportunidades más. Medalla en su debut olímpico que sabe a gloria para la delegación española.