Gerard Piqué lleva años demostrando que es un futbolista peculiar. Dentro del terreno de juego, aunque no esté pasando por el momento más dulce de su carrera, ha sido uno de los defensas más importantes de la historia del Barça y del fútbol español, mientras que fuera de él ha demostrado tener muchas capas además de la futbolística, destacando por encima de todas ellas la de empresario y, en algunos casos, la de emprendedor. Piqué es un apasionado de la organización de competiciones deportivas, como demostró con el cambio de formato de la Copa Davis de tenis y la Supercopa de España de fútbol. En el segundo caso, no obstante, envuelto de una polémica con Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, que no se podrá volver a repetir si acaba saliendo adelante la nueva ley del deporte.
El artículo 47: ¿el artículo "anti Piqué"?
Porque este texto, que está siendo muy polémico porque daría vía libre a Barça, Real Madrid y Atlético a participar en la Superliga Europea y cuenta con el rechazo de 39 de los 42 clubes de la Liga de Fútbol Profesional, incluye un artículo que impediría que se repitiera un acuerdo como el que cerraron el central blaugrana y Rubiales para mandar la Supercopa a Arabia Saudí. Se trata del artículo 47, que reza que "para la organización de estas actividades y competiciones deportivas oficiales de ámbito estatal (las que organiza la RFEF y LaLiga), no se podrá establecer relación comercial con un deportista en activo susceptible de participar en las mismas".
O lo que es lo mismo, cuando se apruebe esta nueva ley del deporte, que todavía debe aprobarse en las Cortes Generales en las próximas semanas, los negocios entre Rubiales y Piqué irían contra la ley. Cabe recordar que, lo más polémico de ello fue que, cuando El Confidencial hizo públicos los audios que se habían intercambiado, se vio como pactaron las primas para los equipos participantes y negociaron la cantidad de cada uno de ellos, con el Real Madrid y el FC Barcelona cobrando más que los otros dos, aprovechando su mayor tirón mediático.
39 de los 42 clubes profesionales se oponen a esta ley
Aunque legalmente no hubiera nada reprochable, pues Gerard Piqué actuó como intermediario mediante su empresa Kosmos y entre la Federación Española y SELA, la empresa pública saudí, muchos defendieron que existía un conflicto de intereses si un jugador que participa en esa misma competición participa de la creación de un nuevo formato y del traslado a un nuevo país.
Un país, además, donde la igualdad entre hombres y mujeres brilla por su ausencia. La Federación Española se llenó la boca argumentando que, precisamente, la presencia de la Supercopa de España ayudaría a modernizar esa cultura. En todo caso,parece que si esta nueva ley del deporte ve la luz, y todo apunta a que los estamentos políticos están decididos a ello, pese a la oposición de 39 de los 42 equipos del fútbol profesional español, Piqué deberá esperar a retirarse para seguir participando, como empresario, en el fútbol español.