16.521. Este era el número de firmas que los impulsores de la moción de censura contra Bartomeu tenían que conseguir si querían sacar adelante su idea y, por muy difícil que pareciera cuándo hace dos semanas empezaron a recogerlas, han sobrepasado este número. La cifra final, según ha explicado Jordi Farré, ha sido de 20.731 firmas i así lo ha validado el club.
Aquest és el document del Barça on s’acredita que @JordifarreFcb ha dipositat 20.731 signatures al club. pic.twitter.com/HDniekQJSL
— Què T'hi Jugues (@QueThiJugues) September 17, 2020
Esta mañana, los impulsores han explicado que se habían superado las 16.521 firmas necesarias, pero que todavía quedaban unas horas y pedían que los socios descontentos con la gestión de Bartomeu al frente de la entidad blaugrana que todavía no habían firmado lo hicieran, para así tener margen una vez se hayan validado. Finalmente, han conseguido este margen que deseaban, puesto que han superado de sobra estas más de 16.000 firmas y han acabado cerrando con 20.731, una cifra récord.
💪 PODÍEM❗
— Plataforma Més que una Moció (@MesQueUnaMocio) September 17, 2020
🔥 VOLÍEM❗
✅ HO HEM FET❗
🚨 20.731 SIGNATURES 🚨
GRÀCIES VOLUNTARIS!
GRÀCIES SOCIS I SÒCIES!
G-R-À-C-I-E-S!#MesQueUnaMocio, una oportunitat per tornar a ser Més que un Club pic.twitter.com/r2MkUSH5iT
Ahora hará falta que estas pasen por el filtro del club, que formará una mesa del voto de censura de que será la encargada de dar o no validez a cada una de estas firmas. Esta mesa estará formada por los dos primeros socios firmantes de la solicitud, dos miembros de la junta directiva del Barça, designados por la misma junta, y un delegado de la Federación Catalana de Fútbol, designado por la misma Federación y que será el presidente.
En las otras mociones de censura que se han intentado, entre el 5 y el 10% de las firmas eran inválidas, por eso habrá que estar pendientes de que el Barça confirme que, como mínimo, 16.521 son totalmente válidas. Se prevé que tarden alrededor de dos semanas en hacer público este resultado, pero los impulsores de la moción se encuentran convencidos de qué tienen margen suficiente para conseguirlo.