El Celta de Vigo ha anunciado oficialmente la incorporación de Ilaix Moriba como su segundo refuerzo para la nueva temporada. El mediocentro hispano-guineano llega en calidad de préstamo procedente del RB Leipzig, con una opción de compra para 2025, tras superar el reconocimiento médico y firmar su contrato.
La llegada de Moriba ha sido una petición expresa del entrenador Claudio Giráldez, que busca reforzar el centro del campo.
Salida del Barça
Aunque Moriba irrumpió con fuerza en el Barcelona a los 18 años, su salida del club catalán fue bastante controvertida. Sus exigencias contractuales a su corta edad y la negativa a renovar su contrato le valieron la etiqueta de "manzana podrida" entre la afición blaugrana. Eventualmente, fue transferido al Leipzig, donde tampoco logró asentarse, siendo cedido en varias ocasiones.
En este contexto, la apuesta del Celta por Moriba implica un reto para el cuerpo técnico. Recuperar la mejor versión de un futbolista que, a pesar de su prometedor inicio, no ha conseguido rendir con la consistencia esperada en los últimos años.
El joven centrocampista tiene la oportunidad de reivindicarse en La Liga después de varias cesiones fallidas y demostrar que su talento sigue intacto, lejos de las polémicas que marcaron su etapa en el Barça.
Confianza en el Celta
La operación se cerró rápidamente, con un principio de acuerdo alcanzado el lunes pasado. Moriba se incorporará de inmediato a los entrenamientos del Celta y podría debutar en el amistoso contra el West Ham, el último partido de preparación antes del inicio de la liga.
Borja Iglesias y ahora Ilaix Moriba representan los dos primeros refuerzos de la era Giráldez en el Celta, mostrando la clara intención del técnico de fortalecer el equipo con jugadores de calidad y potencial. Moriba, con solo 21 años, tiene una nueva oportunidad para relanzar su carrera en un entorno donde la confianza y las oportunidades estarán a su favor.
Con la guía de Giráldez y el respaldo del club, el joven centrocampista tiene la oportunidad de transformar su narrativa, dejando atrás su turbulenta salida del Barça y enfocándose en contribuir al éxito del Celta en la próxima temporada.
El club vigués confía en que Moriba, con su talento y capacidad física, se convierta en una pieza clave en su esquema y ayude a alcanzar los objetivos marcados para la nueva campaña. La responsabilidad ahora recae en el jugador para demostrar que, más allá de las controversias, su potencial puede materializarse en rendimiento sobre el campo.