Vitor Roque ya es futbolista del FC Barcelona a todos los efectos. Después de momentos de cierta tensión por el ultimátum que el Athletico Paranaense le dio al club blaugrana para enviar los contratos pertinentes al traspaso, el prematuro goleador brasileño firma con el Barça hasta el verano de 2031 a cambio de, según las últimas publicaciones, 30 millones de euros fijos, más 31 millones en concepto de variables. En este caso, 26 de estos 31 millones complementarios se regirán a sus actuaciones, goles y títulos conseguidos, además de otros 5 millones de euros que se abonarán si el jugador alcanza el top 3 de los nominados al Balón de Oro. Además, tendrá una cláusula de rescisión de 500 millones de euros.
Así pues, 'Tigrinho' sigue los pasos de İlkay Gündoğan y de Iñigo Martínez y se convierte en el tercer fichaje de este verano para al conjunto culé. En este caso, y tal y como reza el comunicado del club, está previsto que se una a la disciplina de Xavi Hernández de cara a la temporada 2024/25, aunque la entidad catalana aspira a poder contar con él ya para el estreno lliguera en Getafe si el club consigue generar el espacio salarial necesario para su ficha.
El fichaje de Vitor Roque puede superar la operación Endrick
El pasado mes de diciembre, el Real Madrid se adjudicaba la otra perla del brasileirao en una operación muy parecida a la de Roque. En aquel caso, el conjunto merengue se hacía con Endrick a cambio de 37,5 millones de euros que, en sumatorio con las variables acordadas, podrían alcanzar un montante económico total de 60 millones de euros.
En el caso del fichaje de Vitor Roque por el Barça, la operación puede alcanzar los 61 millones de euros, lo cual no solo significa que el chico de 18 años es la venta más cara de la historia del 'Furacão', sino que su llegada al Camp Nou superaría el aterrizaje de su arquetipo en el Santiago Bernabéu.
El sobrenombre de 'Tigrinho', una cuestión familiar y una analogía de su olfato de gol
El Barça ficha un tal Vitor Roque que, aunque su fútbol sigue sin haber lucido bajo el gran foco, su nombre ya no es desconocido para nadie. No obstante, su sobrenombre, 'Tigrinho', sí que proviene de un origen que generalmente se desconoce.
Primeramente, le recayó por cuestiones familiares porque a su padre se le conocía como 'Tigrao' entre su grupo de amigos, pero lo que podía haber quedado en eso cobró fuerza cuando el delantero empezó a apuntar maneras con un balón en los pies. Su frialdad, voracidad y velocidad sobre el verde hacen referencia a las características del tigre y, de hecho, el propio jugador reconoció en una entrevista para el diario Sport que le gusta esta analogía: "Me gusta porque creo que refleja un poco mi manera de jugar, de entender el fútbol, de ser ágil, rápido como un felino y muy centrado en todo aquello que hace".