El Barça ha conseguido mejorar sus sensaciones antes del tramo decisivo de la temporada. Con una gran mejora en la defensa, junto a las aportaciones en ataque que han hecho Robert Lewandowski, Raphinha y Lamine Yamal en los momentos clave, el conjunto blaugrana ha logrado clasificarse para los cuartos de final de la Champions League tres años después y sigue vivo en la lucha por la Liga.
Esta mejora ha coincidido, en gran parte, con la ubicación de Andreas Christensen como mediocentro. El central danés ha sido el parche que necesitaba el equipo para sostener el centro del campo mejor que otros jugadores que no estaban acostumbrados a defender como Frenkie de Jong o Ilkay Gündogan. Ante la salida de Sergio Busquets, el Barça fichó a Oriol Romeu como su sustituto, pero rápidamente se vio que no tenía el nivel suficiente.
Oriol Romeu, en la rampa de salida
Esto ha provocado que el mediocentro catalán haya acabado siendo suplente habitual. Xavi Hernández sabe que no puede contar con él como titular ni siquiera para enfrentarse a los rivales más flojos de la Liga. Por ello, lo ha reservado para darle entrada en los minutos finales de algunos partidos que necesiten un perfil más defensivo para asegurar la victoria o, simplemente, para dar descanso a los titulares.
Lo que queda claro es que el de Ulldecona no seguirá la próxima temporada. Parece que en el Girona están interesados en su vuelta, ya sea libre de contrato o en forma de cesión, más aún teniendo en cuenta que Aleix García podría acabar saliendo en verano. El Barça parecía su opción ideal, pero Joan Laporta ha encontrado el fichaje que buscaba: Khéphren Thuram.
Thuram, el pivote que buscaba el Barça
El mediocentro francés está siendo una de las grandes sensaciones del Niza, quinto clasificado de la Ligue 1. Con su capacidad para dirigir al equipo, junto al gran físico que tiene, parece el perfil que tanto buscaba la dirección deportiva blaugrana. Con contrato hasta 2025 y sin intención de renovar, el Barça espera poder cerrar su venta por 35 millones de euros.
El centrocampista galo es, junto a Kylian Mbappé, la siguiente gran estrella de futuro que podría llegar a la Liga. Con 23 años, ya ha demostrado una gran capacidad de liderazgo e incluso ha tenido la oportunidad de ir convocado con la selección francesa. Habrá que ver cómo se desarrolla la negociación, pero Laporta puede, con este fichaje, acabar con el gran problema que ha tenido el equipo de Xavi esta temporada.