La renovación de Ousmane Dembélé con el FC Barcelona puede estar en uno de los momentos más complicados, y quizá no haya vuelta atrás. Los agentes del futbolista y el club se reunieron ayer miércoles para tratar un acuerdo de prolongación de contrato del futbolista pero no hubo ningún tipo de acuerdo.
Su agente lo complica todo
En las últimas semanas las sensaciones eran muy positivas. El Barça le había trasladado al jugador una oferta a la baja, para poder inscribir a Ferran Torres, y el francés había aceptado porque está muy a gusto en Barcelona y bajo las órdenes de Xavi Hernández, quién desde el primer momento le ha trasladado una confianza absoluta, pero quién no está de acuerdo con la propuesta salarial de la entidad es Moussa Sissoko, su agente.
Según explicó el periodista Gerard Romero, el representante del ex del Borussia Dortmund exigió al Barça un salario de 40 millones de euros brutos más una prima de renovación de 20 millones más, algo a lo que el Barça no está dispuesto ni capacitado a llegar. Este giro de guión ha sentado mal a las altas esferas del club blaugrana, que acudían optimistas a la reunión y con la esperanza de poder cerrar el acuerdo para anunciarlo esta misma semana, pero no será así.
Según explican desde el club, poco ha cambiado de la postura del jugador, que sigue dispuesto a renovar. Dembélé se siente muy cómodo en la Ciudad Condal, y valora mucho la confianza que Xavi Hernández ha depositado en él.
Su renovación permite inscribir a Ferran Torres
Ya en el día de su presentación, el técnico blaugrana aseguró que el francés tenía el potencial para ser el mejor jugador del mundo en su posición, y siempre que está disponible es titular para Xavi, pero los agentes no entienden de sensaciones, y en este caso solo les importa el dinero.
El entorno del jugador es consciente que su renovación a la baja es imprescindible para poder inscribir a Ferran Torres, un jugador que aunque a priori viene para jugar de delantero centro, es adaptable a las tres posiciones de ataque y que podría competir con Dembélé por un puesto en el 11.
Los agentes lo saben, y lo están usando para presionar al club. Ahora mismo las negociaciones están en un punto muerto, pero el Barça ha asegurado que se volverán a sentar para seguir negociando, y que aunque no son optimistas con su continuidad, no hay nada definitivo. El Mosquito acaba contrato a final de esta temporada, y a partir del 1 de enero es totalmente libre de negociar con cualquier club. El Barça lo intentará hasta el final, pero él debe poner de su parte.