Decisiones rápidas y sustituto esperado. La dirección del Espanyol se ha atrevido a dar el paso que necesitaba el equipo para cambiar de dinámica y ha destituido a David Gallego. El entrenador que esta temporada había cogido el sitio de Rubi en el banquillo blanquiazul ha durado sólo ocho jornadas de Liga y ocho partidos de Europa League. Y el relevo será un viejo conocido de la afición perica y de la afición de la liga española.
Se confirma pues la información que adelantaba hace dos semanas ElNacional.cat: Pablo Machín era el favorito por la dirección del Espanyol para ser el relevo de un Gallego que llevaba semanas en el punto de mira. La última derrota este fin de semana contra el Mallorca ha sido definitiva y Machín cogerá a partir de esta misma semana las riendas de la plantilla, tiene contrato para las próximas dos temporadas y será presentado este martes.
Machín vuelve de esta manera a la Primera División española después de unos meses sin equipo. Como futbolista tuvo una corta carrera en el Numancia, equipo de su ciudad natal, Soria, porque con 23 años se tuvo que retirar por una lesión en la rodilla. Pero su carrera en el mundo del fútbol destaca sobretodo como entrenador: primero en el Numancia, después en el Girona y finalmente en el Sevilla.
Seis temporadas siendo técnico en Segunda División, consiguiendo un histórico ascenso con el Girona en la temporada 2016/17, y después un año con el equipo gerundense en Primera antes de dar el salto a Europa con el Sevilla la temporada pasada. Sin embargo, desde el día 15 de marzo de este año se encontraba sin equipo porque el club andaluz prescindió de sus servicios tras haber quedado eliminados de la Europa League.
Como entrenador ha dirigido 326 partidos en tres equipos, consiguiendo un 42% de victorias (137 partidos), un 27% de empates (88 partidos) y un 31% de derrotas (101 partidos).
Con experiencia europea y en la Liga, Machín se convierte en un entrenador destinado a mejorar un pobre inicio de temporada del Espanyol. Cambio de mentalidad y también seguramente de planteamiento porque Machín es un firme defensor del 3-5-2, un esquema que el Espanyol todavía no conoce.