La marcha de Leo Messi significó uno antes y después de la historia reciente del Barça. Joan Laporta y el argentino tenían claro que su camino tenía que continuar juntos, pero la delicada situación económica con la cual vivían los culés provocó que las negociaciones se rompieran y, el capitán y crack blaugrana, se marchó dirección a París, para seguir compitiendo a primer nivel.
Seguramente, el sueño de Leo Messi es retirarse en el Barça, como también Laporta quiere rendir homenaje al mejor futbolista de la historia del club, pero por temas económicos, es muy difícil que suceda. Aunque el adiós de Messi permitió al club liberar una gran cifra de masa salarial, ya que el argentino tenía un contrato descomunal, el Barça todavía le debe dinero y, Jorge Messi, el padre, presionará para cobrarlo.
El Barça todavía le debe 40 millones de euros a Messi
La mala gestión económica de la anterior junta blaugrana ha dejado muchos agujeros por tapar, y uno de ellos es que el Barça todavía debe mucho dinero, también a futbolistas que ya no forman parte del día a día del club. Según el portal Culemania, el Barça todavía le debe 40 millones de euros a Leo Messi, correspondientes a los pagos que se aplazaron durante la temporada 2020-21. Es decir, los blaugrana todavía no le han pagado todo lo que le deben al argentino, que recientemente ha ganado el Mundial con su país.
De hecho, según la mencionada fuente, la deuda del Barça con Messi se tenía que hacer efectiva en seis plazos diferentes, y los culés ya le pagaron 11,9 millones de euros correspondientes a diciembre de 2021 y a junio de 2022. Sin embargo, está previsto que, de aquí poco, se haga un tercer pago de 5,95 millones, que no será suficiente porque Jorge Messi seguirá reclamando el resto del importe que le falta.
Las consecuencias del salario de Messi
El portal Culemania añade que el salario base de Leo Messi era de 111,1 millones de euros el año. Una cifra escandalosa. El contrato del argentino llevó muchos problemas económicos al Barça, hasta el punto que Joan Laporta tuvo que despedirlo porque era inasumible.
El club tuvo que hacer un aplazamiento salarial, que sufrió toda la plantilla, pero en el cual no participaron Ter Stegen, De Jong y Lenglet por haber renovado anteriormente. Todas estas consecuencias, del contrato de Messi y de la delicada situación económica del Barça, todavía se arrastran y Laporta todavía tiene que devolver dinero al crack argentino, que sueña en acabar volviendo al Camp Nou.