Tsunami Democràtic ha conseguido polarizar la atención del Clásico que han disputado este miércoles Barça y Real Madrid en el Camp Nou. Aunque la acción dentro del campo no ha conseguido la contundencia que se proponía este movimiento, la reivindicación del Spain, sit and talk! ha marcado la atención mediática de la jornada en una cita deportiva que despierta interés más allá de las fronteras del Estado español.
Este era el primer objetivo, según la organización, acaparar el foco mediático y "dejar en evidencia el Estado". La movilización del Tsunami ha obligado los Mossos a organizar un dispositivo policial espectacular desde primera hora de la mañana, que se ha desplegado por toda el área que rodea el campo y ha obligado a concentrar a los jugadores de los dos equipos y al cuadro arbitral juntos -y blindados- en el Hotel Princesa Sofía.
Concentración pacífica
Después de días con especulaciones de todo tipo sobre en qué consistiría la acción de Tsunami, a partir de las cuatro de la tarde, cuatro horas antes del inicio del partido, se ha puesto en marcha la convocatoria. Miles de personas han llenado pacíficamente las calles que rodean el campo, y se han distribuido los 100.000 carteles azules con el lema Spain, sit and talk! preparados por la organización.
En un primer momento, incluso la Diagonal ha quedado cortada. Todo se ha producido sin incidentes a lo largo de la tarde. De hecho, Tsunami ha insistido en cada comunicación sobre la necesidad de que la reivindicación fuera pacífica. Los disturbios han empezado con el partido ya en marcha.
Hasta el último momento, Tsunami no ha explicado en qué consistiría la acción. Por la mañana, ha anunciado que aunque no tenía intención de pedir el lanzamiento de pelotas al campo, recogía la información publicada en algunos medios e invitaba a llevar pelotas.
Una vez dentro del estadio, el objetivo era que el público levantara los carteles azules con el lema Spain, sit and talk! cuando acabara de sonar el himno del Barça y hasta que el árbitro silbara el inicio del partido. Tsunami ha denunciado que este objetivo se ha visto dificultado por el hecho de que los servicios de seguridad del club han retirado parte de los carteles al público que accedía al estadio.
Asimismo, han aparecido dos pancartas en las gradas en el momento de la salida de los jugadores al campo, que han compartido espacio con un mosaico de la senyera preparado por el Club.
Pelotas amarillas en el campo
Cuando habían transcurrido 10 minutos de la segunda parte y se ha producido la sustitución de Semedo por Arturo Vidal, ha empezado a llover en el terreno de juego decenas de pelotas amarillas, que personal del Barça ha recogido rápidamente. No obstante, no han podido evitar que el juego quedara interrumpido unos minutos. De nuevo, se han escuchado en el campo gritos de independencia mientras en las gradas se exhibían los carteles azules.
Tsunami ha hecho una valoración positiva de cómo ha transcurrido la protesta dentro del estadio que, según ha asegurado, "ha hecho ver y oír el lema en todo el mundo, a pesar de la censura inexplicable de los vigilantes privados".
Fuera del estadio no se ha conseguido, tal como había asegurado, que se pudiera seguir el partido, y la pantalla preparada en la Travessera de las Corts con este objetivo no ha funcionado.
La organización ha admitido que la acción con el mensaje que quería transmitir no ha resultado del todo exitosa y lo ha atribuido a la actuación policial. "¿Epic fail? Tsunami no lo cree. Una vez más, la gente no ha fallado y seguimos teniendo claro que eso continúa mientras no haya autodeterminación, derechos y libertad," asegura a través de las redes.
Al mismo momento en que el público intentaba acceder al estadio, con estricto controles de seguridad que han provocado tapones en todos los accesos, en la Travessera de las Corts han empezado los incidentes. Y también, las cargas policiales.