Barcelona 92 marcó un antes y un después en la historia de los Juegos Olímpicos en muchísimos aspectos. Y uno de los menos conocidos es el del vínculo de la gran fiesta mundial del deporte con los videojuegos. Aquel recordado 1992 vio nacer el Olympic Gold: Barcelona 92, de la mano de Sega, que adaptó el videojuego para sus 3 videoconsolas del momento, la Mega Drive, de 16 bytes; la Master System, de 8 bytes; y la Game Gear, la portátil de Sega.
Desde entonces, cada 4 años, coincidiendo con los Juegos Olímpicos, siempre salía al mercado algún videojuego para videoconsola centrado en el acontecimiento, hasta este 2024, en el que París se ha tenido que conformar con un videojuego para móviles, el Olympics GO! Paris 2024, un videojuego gratuito muy alejado de los grandes títulos del pasado.
El auge de los videojuegos de Juegos Olímpicos
A pesar de que el histórico Olympic Gold: Barcelona 92 fue el primero videojuego con licencia oficial de los Juegos Olímpicos, la industria de los videojuegos ya filtreó con la temática en 1983, cuando Konami publicó el arcade Track & Field, un videojuego que introdujo la clásica mecánica de apretar los botones de forma repetida, la machaca botones, que tanto éxito tendría después. El videojuego introducía varias disciplinas deportivas, como los 100 metros lisos, el salto de altura o el lanzamiento de martillo. Poco después, vio la luz Summer Games, para plataformas como Atari 2600 o Commodore 64, en el que los jugadores podían competir en disciplinas como natación, carreras de velocidad o tiro con arco.
El boom, sin embargo, tardaría en llegar, hasta Barcelona 92. Y es que, aunque Sega logró la licencia oficial, otras compañías también sacaron sus videojuegos, como el Capcom's Gold Medal Chllengue, de Capcom; o el Olimpiadas 92: Atletismo, de Topo Soft. El éxito comercial de estos videojuegos provocó que las compañías ampliaran el catálogo, añadiendo también videojuegos de los Juegos Olímpicos de invierno, como el Nagano Winter Olympics '98, que vio la luz en Nintendo 64 y Playstation.
Mario y Sonic entran en acción
Desde entonces, el catálogo de las diferentes videoconsolas del mercado se vio ampliado cuando llegaban unos Juegos Olímpicos, fueran de verano o de invierno, y siempre con alguno con licencia oficial. Además, la mejora técnica de las videoconsolas permitió un aumento del realismo muy del agrado del público. Athens 2004, de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, añadió una experiencia inmersiva que dio mucho de que hablar, así como también algunos problemas técnicos que perjudicaban a la jugabilidad.
Y claro, no podía faltar en la fiesta Nintendo, que en 2007 añadió su particular magia a la hora de cocinar videojuegos con su querido Mario & Sonic at the Olympic Games, en el que los personajes de Nintendo, con Mario a la cabeza, y Sonic, competían en las diferentes disciplinas de los Juegos Olímpicos de Pequín 2008. El éxito fue tan rotundo que Nintendo publicó solo un año después la versión de los Juegos Olímpicos de Invierno, hasta sacar al mercado un total de 6 videojuegos. Es por ello que el anuncio de que París 2024 se quedaría sin juego, tanto oficial como de Nintendo, cogió a los jugadores por sorpresa. Los tiempos cambian y todo aquel que quiera imitar las grandes hazañas de los deportistas de élite de los Juegos Olímpicos de París 2024 deberán conformarse con hacer con el móvil. Parece que la industria de los videojuegos ha cogido otro camino.