Si por una cuestión económica fuera, Pau Cubarsí no pasaba de este verano en el Barça. El futbolista gerundense se encuentra bajo su primer contrato como profesional y este incluye una cláusula de rescisión que oscila los 10 millones de euros. Evidentemente, en vista de su estatus, al menos al empezar la presente temporada, su salario es irrisorio si se compara con los galones que ha asumido.

Xavi Hernández vio claro que el gerundense era uno de aquellos futbolistas que salían de la Masia llamados a hacer cosas grandes al club y, efectivamente, el técnico de Terrassa no se equivocó. Pau Cubarsí está a otro nivel. Su debut con 16 años parecía incluso exagerado en vista de la edad del jugador, pero la verdad es que ya nadie duda de que tiene que ser titular indiscutible.

Pau Cubarsí, cortando una pelota delante de Osimhen durante el último Barça - Nápoles / Foto: EFE

Pau Cubarsí, un doctorado en hora y media

Contra el Mallorca en Montjuïc volvió a dar una masterclass tanto a nivel defensivo atando en corto a Larin como, como siempre, en salida de balón. La duda era de cara a este pasado martes si Xavi sería capaz de apostar por un futbolista que, como Lamine Yamal, es de la generación de 2007.

En el partido de ida, en el Diego Armando Maradona, ya no se vio capaz de hacerlo, alineando un Iñigo Martínez, más veterano y con, a priori, más oficio, que un chico que acaba de salir del huevo. No obstante, en el partido de vuelta, Pau Cubarsí demostró que está preparado para jugar contra el Mallorca, para emparejarse con Larin, pero también para hacerlo contra el Nápoles y contra uno de los mejores delanteros centros del mundo como lo es Victor Osimhen. Además, y como no podría ser de otra manera, Pau Cubarsí se llevó el MVP en un partido que fue un auténtico doctorado de poco más temprano y media para él.

Pau Cubarsí, después de su maravilloso debut en la Champions League / Foto: EFE

Fe ciega en Pau Cubarsí

Así pues, deportivamente, Xavi ya puede tener fe ciega en Pau Cubarsí que sabe que el futbolista catalán rendirá. Sea como sea, y mucho más importante, es que el club confía en él también de cara al largo plazo, porque no son pocas las ofertas que le multiplican su actual salario y, teniendo en cuenta que su cláusula de rescisión es irrisoria, se trataría de una gran pérdida patrimonial del club en caso de que el jugador aceptara marcharse. Sea como sea, miembro del club culé desde los 11 años, el Barça tiene claro que ni el futbolista ni sus representantes dudarán de que la única alternativa de futuro que se contempla para el jugador es firmar un nuevo contrato con el Barça.