Pau Echaniz ha sido el último en clasificarse para esta final de K1 de piragüismo eslalon y el primero en fijar crono. Y qué crono. En los 88,87 segundos ha dejado el listón al debutante olímpico, siendo este un tiempo que le habría valido para colgarse el oro si no hubiera sido por un toque que le ha reportado dos segundos extras. Sin sanción, su descenso de 86,87 segundos habría superado la marca de 88,22 que le ha valido el oro a Giovanni di Gennaro y los 88,42 segundos que se traducen en plata para el francés Titouan Castryck.
Pau Echaniz ejerce la presión con un brillante crono de partida
Si bien este miércoles se caían las posibles medallas a pesar de las altas expectativas que había depositadas en algunos de los competidores de la delegación española que aspiraban a colgárselas, con Pau Echaniz, ciertamente, había que ser optimista para soñar con uno de los tres metales. El joven palista vasco-catalán, se había metido en la final de K1 con el peor de los 12 tiempos y, por lo tanto, era el primero en hacer frente a las bravas aguas de Vaires-sur-Marne.
Como aquel que debuta en unos Juegos con 23 años, como aquel que no entra en ninguno de los pronósticos de los favoritos, Pau Echaniz se marcaría un brutal descenso que rápidamente pondría de manifiesto la exigencia de la prueba. Uno de los invitados que no se esperaban en la final fijaría un exigente crono de 88,87 segundos. Su papel no ha dejado de sorprender, siendo además la primera marca de las 12 que tenían que llegar.
Le ha superado el italiano Di Gennaro, número 2 en el ranking mundial, y también el jovencísimo ídolo local, Titouan Castryck. Solo ellos dos sabrían aislarse de la presión de un crono que, contra todo pronóstico, ponía a los favoritos contra las cuerdas ya desde un primer momento. De hecho, las expectativas de medalla para Pau eran comedidas incluso con el crono ya marcado, pero cuando el último oro olímpico y campeón de los tres últimos mundiales, Jiří Prskavec, ha fallado en dos de las puertas de su descenso para quedar lejos del podio, las pulsaciones se han disparado. Finalmente, la hazaña de Pau Echaniz se ha sellado cuando el último gran contendiente a medalla, Joseph Clarke, no ha podido mejorar el tiempo del debutante vasco-catalán.
Pau Echaniz venga a su madrastra, Maialen Chourraut, y a su amigo de la infancia, Miquel Travé
Pau Echaniz se mudó a la Seu d'Urgell porque su madre biológica, Laura Pal, es de allí. Mientras tanto, su madrastra, Maialen Chourraut, había participado en los Juegos Olímpicos de París 2024 en busca de su cuarta medalla olímpica, pero el metal se le escaparía después de una penalización de 50 segundos. Y de la misma manera que Pau vengaría su figura, también lo haría con la de su amigo de la infancia, Miquel Travé, que se quedó este lunes a tan solo 89 centésimos del bronce. Este éxito de seguro que también va para ellos.