Pedri, uno de los jóvenes talentos más prometedores de los últimos años en el FC Barcelona, se encuentra en una situación delicada bajo la dirección de Hansi Flick. Aunque parece ser que ha acelerado en su recuperación y, según ha dicho Flick en la rueda de prensa previa al debut del Barça en LaLiga, podría tener minutos este sábado frente al Valencia en Mestalla, el futuro del canario en el club está en entredicho.

La preocupación en el Barça es palpable. Pedri, que brilló intensamente en sus primeras temporadas, ha visto su carrera marcada por lesiones recurrentes que han limitado su presencia en el campo desde 2021. Aquel año, en el que jugó sin descanso, desde la temporada regular hasta la Eurocopa y los Juegos Olímpicos, parece haber dejado secuelas que el jugador no ha logrado superar completamente. Desde entonces, Pedri no ha vuelto a ser el mismo, y las dudas sobre su capacidad para mantenerse en plena forma física han comenzado a pesar tanto en la directiva del Barça como en el cuerpo técnico.

Pedri EFE
Pedri EFE

Temporada de reválida para Pedri

Hansi Flick tiene sus reservas respecto al estado de Pedri. El técnico alemán, conocido por su enfoque pragmático, no tiene al joven centrocampista entre sus intocables. Pedri, por tanto, afronta una temporada crucial en la que tendrá que demostrar que puede recuperar su mejor versión y ser una pieza clave en el esquema de Flick. Sin embargo, la presión es enorme, ya que cualquier nuevo revés físico podría sellar su destino.

En paralelo, en los despachos del Barça, se comienza a perfilar un escenario de salida para el canario. Joan Laporta y su equipo directivo han puesto un precio sobre la mesa: 60 millones de euros. Si Pedri no consigue dar el rendimiento esperado durante esta temporada, el club estaría dispuesto a escuchar ofertas el próximo verano, una decisión que marcaría un adiós con fecha para un jugador que, en su momento, fue considerado el futuro del Barça. La temporada que comienza será, sin duda, una prueba de fuego para Pedri, quien debe luchar no solo por su lugar en el equipo, sino también por su futuro en el club que lo vio despegar.