Desde el primer día que aterrizó en el Barça, se comenzó a hablar muy seriamente de la mala relación que presuntamente tienen Pablo Torre y Pedri González. Una noticia que en muchos medios han asegurado que es cierta, pese a que ellos mismos lo han desmentido. Lo que no se puede discutir es que el canario es el principal responsable de los pocos minutos que ha tenido el ex del Racing de Santander en sus primeros meses como azulgrana.
Aunque dejó muy buenas sensaciones en la pretemporada, y sorprendió a todos, eso no ha sido suficiente para ganarse la confianza de Xavi Hernández. Y ha tenido un papel completamente secundario en lo que llevamos de curso, participando únicamente en cuarto partidos con el primer equipo, uno de ellos como titular, si bien sí ha podido estrenarse como goleador. Pero es evidente que los 108 minutos que ha acumulado no son suficientes.
Su progresión corre serio riesgo, y nada hace indicar que las cosas vayan a cambiar en los próximos meses, de manera que deberá de seguir aceptando un rol residual. Y eso le ha llevado a plantearse un cambio de aires, mientras que en el Camp Nou también están estudiando qué es lo mejor para el media punta de solamente 19 años. Hay mucha fe en su progresión, pero para explotar todo su potencial lo que necesita es tener confianza y continuidad.
Y viendo que en el Barça eso no se lo pueden prometer, puede ser una de las primeras salidas que se concreten en el mercado invernal. Han recibido ofertas muy interesantes de muchos clubes del extranjero y de La Liga Santander, y tienen previsto sentarse a hablar con Torre y con su agente, para valorar si es conveniente dejarle marcharse, y en caso de que lo hagan, cuál es el destino más interesante para el internacional español sub 21.
Joan Laporta y Mateu Alemany están convencidos de que en un futuro podrá ser una pieza muy valiosa, pero en estos momentos está demasiado ‘verde’, y no tiene el nivel necesario para ayudar al primer equipo.
El Barça se arrepiente de haber incorporado tan pronto a Torre
Es una evidencia que el Barça se equivocó a la hora de incorporar tan pronto a Torre, y como muchos advertían, lo mejor hubiese sido dejarlo cedido en El Sardinero, donde ahora mismo podría estar acumulando experiencia en una competición tan exigente como La Liga SmartBank.
Pablo ni siquiera ha podido ayudar al filial culé, y tan solo ha disputado un choque de la Primera RFEF, es decir, que no tiene ritmo competitivo. De momento, los cinco millones de euros que pagaron por él no han quedado justificados.