Se acerca el final de la temporada y la dirección deportiva del Barça tiene un buen puñado de carpetas abiertas. Toca revolución, y con poco dinero, por lo que el trabajo de reestructuración debe ser quirúrgico, sin errores, si no se quiere ir encaminado hacia otra temporada de transición.

Y una de las grandes patatas calientes es Riqui Puig, que ya ha quedado claro que no tiene sitio en el Barça. El de Matadepera, llamado a ser una gran estrella, vivió en el ostracismo con Koeman, lo que parecía indicar a que era un problema entre el jugador, acusado de ser un topo que filtraba interioridades del vestuario, y el entrenador, pero con la llegada de Xavi Hernández su situación sigue siendo la misma. Nada más lejos de la cruda realidad.

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Leo Messi, en un partido del PSG / Europa Press

Riqui Puig, mal desde el principio

Riqui Puig ya entró con mal pie en el vestuario. Muy bien considerado por parte del entorno del Barça, el jugador entró en un vestuario con los roles muy marcados con aires de grandeza, y con la etiqueta de ser un muy buen amigo de Piqué, con el que además comparte representante. Aquella situación no gustó a una parte del vestuario, entre ellos Messi, que a pesar de ser el mejor jugador de todos los tiempos también completó su etapa de canterano siendo el nuevo en el vestuario, respetando a los veteranos y dejándose aconsejar.

Fue entonces cuando llegaron los rumores sobre filtraciones, y en un momento en el que el equipo lo estaba pasando mal, lo que acabó provocando que el propio Messi, entonces capitán, llegará a enfrentarse a Riqui Puig. Con Koeman y Messi en contra, el jugador se hizo la víctima y se consideró que no jugaba porque el entrenador no le daba oportunidades.

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Riqui Puig, en el partido de la Copa del Rey contra el Linares / EFE

Suplente, también con Xavi

Llegó Xavi, con el que Riqui también comparte representante, y pareció que el jugador explotaría de una vez por todas. Pero no ha sido así. Hay algo que no convence a ningún entrenador, porque no tiene sentido que con un estilo marcado en tener la pelota y con Pedri lesionado Riqui Puig siga sin tener minutos. En el club ya le han comunicado que la temporada que viene no puede seguir en la plantilla. Hasta ahora, Xavi había frenado la salida de Riqui Puig, pero ahora opina lo mismo que la dirección deportiva. El jugador debe salir cedido, ganar experiencia y en un futuro volver.

Hasta este mercado de invierno, Riqui Puig estaba convencido de triunfar en el Barça, pero ya va viendo claro que si quiere crecer en el mundo del fútbol deberá buscarse la vida fuera del Camp Nou. Ofertas de cesión no le faltan, pero el jugador debe entender que no irá a un club grande. Quizás le falta humildad, por lo que crecer en un club modesto puede ser el primer paso para que saque a relucir todo el fútbol que lleva dentro y que lo llegó a convertir en uno de los canteranos más prometedores del fútbol base del Barça.

 

Imagen principal: Xavi Hernández, dando órdenes a sus jugadores / EFE