El Girona corre el peligro de ver como una nueva estrella dice adiós en el mercado de invierno. Michel Sánchez cruza los dedos para que la plantilla no se siga debilitando más, después de haber tenido que despedirse en verano de cracks como Yan Couto, Savio Moreira, Aleix García o Artem Dovbyk, que eran absolutamente imprescindibles en sus alineaciones, pero es muy probable que en enero haya otro futbolista que decida iniciar un nuevo desafío.
Los irregulares resultados que han obtenido en este curso, mucho más discretos que el año anterior, como mucha gente se podía esperar, y la eliminación en la primera ronda de la Champions League han hecho que algunos pilares tomen la decisión de abandonar Montilivi en cuanto se presente la oportunidad de hacerlo. Y aquí es donde podemos encontrarnos con Miguel Gutiérrez, que sin duda está siendo uno de los futbolistas más destacados.
Ha mantenido el impresionante nivel que mostró durante el año anterior, y esto la ha servido para ser considerado como uno de los mejores laterales zurdos de todo el planeta, y colarse en la agenda de entidades mucho más poderosas y ambiciosas. Y el Real Madrid se ha comenzado a plantear la posibilidad de recuperar a uno de los talentos con más potencial que han salido de sus categorías inferiores durante la última década.
Florentino Pérez tan solo tendría que pagar unos nueve millones de euros, que sin duda sería toda una ganga. Pero en el Santiago Bernabéu también se encontrará con la competencia de otras entidades top que no pierden de vista la situación del internacional español, como es el caso del Paris Saint-Germain, del Liverpool, del Manchester City, del Tottenham Hotspur, del Arsenal o del Bayern de Múnich, y que pueden pagar sin problemas los 35 ‘kilos’ que figuran en su cláusula de rescisión.
Aunque el equipo que más insiste para poder sacar a Miguel del Girona, y durante este mes de enero, es el Manchester United, que necesita encontrar a un nuevo especialista para la banda izquierda.
Rubén Amorim solicita la contratación de Miguel
Rubén Amorim ha solicitado diversas contrataciones a la directiva del conjunto inglés, y uno de los primeros nombres que ha colocado encima de la mesa es el de Miguel, que se ha convertido en una absoluta prioridad.
Una amenaza para Michel y para el Girona, pues el riesgo de que acabe aterrizando en Old Trafford es realmente elevado.