La Penya revive y remonta en Tarragona para sellar la final de la Lliga Catalana frente a un Baxi Manresa que se ha diluido como un azucarillo. Los locales han llegado a tener la final encauzada con hasta 15 puntos de ventaja, pero los badaloneses han acabado por darle la vuelta al marcador gracias, sobre todo, a su superioridad en la pintura.
La Penya, tocada pero no hundida
La Penya empezaría el partido aguantando el tipo y disimulando una inferioridad que ha acabado cambiando. 17-17 reflejaría el electrónico de Tarragona a la conclusión del primer cuarto, pero las individualidades del equipo local irían decantando el partido, poco a poco, hacia los intereses de los de Pedro Martínez Sánchez.
La igualada en el marcador solamente era un espejismo que haría posible la efectividad de Simon Birgander recogiendo rebotes ofensivos y plasmándolos en el marcador de dos en dos. No obstante, el combinado de la capital del Bages estaría más enchufado a partir del inicio del segundo cuarto. Los unos atravesarían su mejor dinámica, mientras que los otros, la Penya, verían cómo sus ataques no se materializarían en ningún punto durante los primeros tres minutos del segundo tiempo. Traducido a puntos, darían pie al parcial de 7-0 a favor del Baxi Manresa que rompería Pau Ribas con un triple que no acabaría de ser revitalizador.
El joven Giordano Bortolani haría de las suyas para que los suyos pusieran terreno por el medio en el marcador, pero el que sería el verdugo de los badaloneses mientras ha estado en pista durante el tercer cuarto ha sido Derrick Harding. Omnipresente y durante ciertos tramos casi omnipotente, ha alcanzado el 100% de acierto en sus primeros ocho tiros de dos. Una actuación tremendamente trascendente, sobre todo, gracias a su pasito atrás pre-tiro. Eran los peores momentos para los visitantes bajo un parcial negro de 9-25.
Birgander y Tomic pondrían orden
Cuestión de pocos minutos duraría la sensación de que la Penya había bajado los brazos. En ningún momento lo había hecho. Los verdinegros, a partir del minuto cinco del tercer periodo, agarrarían la sartén por el mango. Ante Tomic y Birgander empezarían a poner orden en la pintura capturando innumerables rebotes, bajando el ritmo del partido e impidiendo las carreras de los manresanos. Un parcial de 4-14 devolvería el equilibrio al electrónico y haría que los locales echaran de menos de lo lindo a Babatunde Olumuyiwa. Entonces, un 3+1 de Kyle Guy seguido de un inmediato 2+1 de Tomic pondrían, casi al final del tercer tiempo, la Penya a mandar.
Así acabaría el partido, a pesar de los últimos coletazos del Baxi Manresa, y así se revelaría el primer finalista de la Lliga Catalana. El segundo, un Barça que ha hecho valer su condición de favorito contra un Girona luchador.