La relación entre Kevin De Bruyne y Pep Guardiola parece haber llegado a un punto crítico. Según informes provenientes de Inglaterra, el centrocampista belga, quien ha sido clave en los éxitos del Manchester City en los últimos años, podría no formar parte de los planes del técnico más allá de esta temporada. La reciente renovación de Guardiola hasta 2027 le otorga margen y poder para acometer una reestructuración profunda, y algunos nombres históricos como el de De Bruyne podrían quedar fuera.
A pesar de su indiscutible talento, el protagonismo del belga se ha visto reducido en una campaña marcada por lesiones y decisiones tácticas. Mientras tanto, varias ofertas del fútbol árabe están sobre la mesa, lo que aumenta las probabilidades de una salida al final de la temporada.
Una reestructuración inminente
La ampliación del contrato de Guardiola hasta 2027 es una declaración de intenciones: el técnico catalán quiere prolongar el ciclo de éxitos del Manchester City, pero con una plantilla adaptada a las nuevas exigencias del fútbol. En este contexto, el peso de las "vacas sagradas" empieza a ser cuestionado, y De Bruyne, a pesar de su jerarquía, no es la excepción.
Las tensiones entre ambos no son nuevas, pero esta temporada han cobrado mayor relevancia. Las recurrentes lesiones musculares del belga y el auge de alternativas como Rodri, Bernardo Silva y Phil Foden han reducido su impacto en el equipo. Aunque ha mostrado destellos de su calidad, Guardiola no parece dispuesto a comprometer su filosofía de juego por nombres, sin importar su historial.
Tentaciones árabes para De Bruyne
Mientras tanto, el mercado árabe se perfila como un posible destino para el centrocampista. Según The Guardian, clubes de la Pro League saudí han realizado contactos para explorar su fichaje, ofreciéndole contratos multimillonarios y un rol protagónico en un campeonato en plena expansión. Para De Bruyne, a sus 32 años, podría ser una oportunidad de asegurar su futuro económico mientras evalúa su papel en el City.
Sin embargo, la decisión no será fácil. El belga sigue siendo competitivo al más alto nivel, y su salida de la Premier League podría ser interpretada como un paso atrás en su carrera. De igual modo, Guardiola es consciente de lo que perdería: un jugador capaz de decidir partidos importantes con una sola acción. Si De Bruyne deja el club, cerraría un capítulo dorado para los "citizens".