Pep Guardiola pidió personalmente la incorporación de Ferran Torres. Estaba convencido de que era un gran reemplazo para Leroy Sané, que se marchó traspasado al Bayern de Múnich, y que podía aportar mucho en el Manchester City. Venía de brillar en las filas del Valencia, y de confirmarse como una de las grandes promesas de La Liga Santander. Pero poco tiempo necesitó para darse cuenta de que el extremo no tenía el nivel necesario.
Aunque dispuso de cierta continuidad y tuvo minutos en sus primeros meses en la Premier League, todo cambió de forma radical. Y acabó siendo suplente habitual, y jugando entre poco y nada, lo que propició que el internacional español quisiera cambiar de aires y abandonar el Etihad Stadium solamente un año y medio después de su llegada. Por eso forzó e hizo todo lo necesario para conseguir aterrizar en el Barça, a cambio de 55 millones de euros.
Los ‘skyblue’ hicieron un negocio perfecto, consiguiendo una importante plusvalía, y obteniendo más del doble de lo que ellos habían invertido. Xavi Hernández cayó en la trampa, y como hizo el técnico de Santpedor en su momento, creía que el extremo nacido en el año 2000 podía ser una pieza muy útil, y que encajaría perfectamente en sus esquemas. No obstante, ya empezó a despertar las dudas de todo el mundo con sus primeras actuaciones.
Lejos de ser determinante o decisivo, Torres se mostró especialmente errático en los metros finales, y evidenció un claro problema de puntería de cara a puerta. Sus cifras no fueron las esperadas, y aún a día de hoy están esperando que amortice el coste que tuvo. De hecho, ya ni siquiera es titular en el Camp Nou, y la afición ha llegado a abuchearle en más de una ocasión, cansados de las decepcionantes actuaciones que acostumbra a realizar.
Joan Laporta y Mateu Alemany son los primeros que mostraron su escepticismo con la calidad de Ferran, y ahora se han percatado que cometieron un error grave a la hora de firmarlo. Pero ya es demasiado tarde.
Torres, a la venta en el Barça
Intentarán recuperar el dinero que pagaron, y el Barça ha tomado la decisión de incluir a Torres en la lista de transferibles. Confían en que algún equipo llame a su puerta, y se muestre dispuesto a pagar los cerca de 35 ‘kilos’ que exigirán por él, pero por el momento no hay constancia de que exista mucho interés.
La competencia en su puesto es brutal, y Ferran tiene casi imposible tener regularidad en los próximos meses del curso, pues Anssumane Fati, Raphinha y Ousmane Dembélé están por delante de él.