Bernardo Silva estuvo muy cerca de abandonar el Manchester City en varias ocasiones. La primera fue en verano de 2020, después de que Pep Guardiola acudiera al rescate de Leo Messi, que solicitó formalmente su traspaso del Barça. Los ingleses se lanzaron con todo a por su contratación, y estaban dispuestos a hacer una oferta astronómica, en la que estaría incluido el crack portugués. Pero Josep María Bartomeu la rechazó, al no querer perder al capitán de la plantilla.
Ronald Koeman también hizo saber que quería tener en sus filas al actual futbolista del Paris Saint-Germain, y apoyó la decisión del ex presidente. Así que el luso se quedó en el Etihad Stadium, donde perdió su condición como titular, lo que le hizo plantearse, nuevamente, la idea de hacer las maletas. En especial, después de que ficharan a Jack Grealish, procedente del Aston Villa, a cambio de casi 120 millones de euros. Una operación que le dejaba sin espacio en las alineaciones.
El ex del Benfica y del AS Mónaco estaba decidido a cambiar de aires, y solicitó al jeque que estudiaran las propuestas que llegaran por él. Se habló de una mudanza al Tottenham Hotspur, a la Juventus de Turín o al Arsenal, y también estuvo en negociaciones con Joan Laporta. No obstante, por segunda vez consecutiva, fue descartado por el técnico neerlandés, y tampoco tenían dinero para poder pagar lo que costaba.
Al final, a Silva no le quedó de otra que seguir en el vigente campeón de la Premier League, aún sabiendo que iba a tener complicado ser indiscutible. Pero, contra todo pronóstico, se ha convertido en uno de los líderes del equipo, gracias a su sensacional rendimiento. Ha estado muy acertado, y ha recordado a su mejor versión, esa que mostró durante la temporada 2018-2019, y que le llevó a ser un candidato al Balón de Oro.
Se ha aprovechado de los problemas físicos de Kevin de Bruyne, de Ferrán Torres y de Phil Foden, y del bajo nivel que han ofrecido Raheem Sterling o Grealish. Es indiscutible para Guardiola, y ahora mismo es intransferible para el City.
Guardiola pide la renovación de Bernardo Silva
Su buen desempeño, con siete goles y dos asistencias, pronto puede ser recompensado con una mejora de contrato, por orden de Guardiola. A sus 27 años, Bernardo todavía tiene firmado hasta 2025, pero quieren subirle el sueldo, y ampliar su vínculo hasta 2026. Las conversaciones están en marcha, y puede ser oficial a principios del próximo año.
El Barça necesitaría desesperadamente a un crack de las condiciones de Silva, al que tuvieron muy cerca, pero al que no supieron valorar. Ahora, ya es un objetivo completamente inalcanzable, y del que es mejor olvidarse.
No deberían haber hecho caso a Koeman.