Pep Guardiola y Joan Laporta están empeñados en hacer negocios. Ha habido conversaciones en multitud de ocasiones, y, de hecho, cerca estuvieron de cerrar un trato, en el que estaban involucrados un jugador del Manchester City y otro del Barça. Esos eran Raheem Sterling y Frenkie de Jong. El primero de ellos no entra en los planes del técnico catalán, y es del completo agrado del conjunto azulgrana.
Pero los ingleses pedían al ex del Ajax de Ámsterdam a cambio, un trato que no aceptaron. Para empezar, porque creen que su valor de mercado es superior, y segundo, porque confían en que, con Xavi Hernández como entrenador, pueda recuperar su mejor nivel. Así que desde el Etihad Stadium han tenido que pensar en otros futbolistas que también sean de su agrado. Y poco han tardado en encontrar uno.
Porque creen que Marc-André ter Stegen sería un refuerzo espléndido, y encaja perfectamente en el sistema de juego del de Santpedor. Tiene un magnífico juego de pies, es ágil, tiene liderazgo, reflejos, personalidad y muchas otras virtudes. Los actuales campeones de la Premier League ya tienen a Ederson Moraes, pero lo cierto es que nunca ha acabado de convencer, pues siempre ha sido demasiado irregular. Y también ha tenido problemas con las lesiones.
El City pensaba que en el Camp Nou no iban a poner impedimentos a la posible marcha del arquero alemán, que ya lleva un par de temporadas por debajo de su mejor nivel. Pero Laporta se ha negado rotundamente a dejarle ir, pues, para él, sigue siendo una pieza indispensable. Es un ídolo para la afición, y uno de los líderes dentro del vestuario. Y confían en que vuelva a ser el de siempre en un futuro cercano.
Xavi también se ha negado a dar salida al que fue portero del Borussia Mönchengladbach, que quiere que sea parte fundamental de su nuevo proyecto. Y cree que no hay ningún otro guardameta en el planeta que pueda hacerlo mejor que él.
No quiere cambiarle, ni por Sterling, ni por absolutamente nadie.
Sterling no tiene claro su desembarco en el Barça
Para Guardiola, además, hay otro problema serio. Y es que deberá de convencer a un Sterling que no acaba de ver con buenos ojos su salida al Barça, por varios motivos. Pero el principal es su salario, ya que, en caso de irse a la ciudad condal, debería de aceptar una rebaja considerable en su sueldo. Actualmente, gana más de 20 millones netos por curso, una cifra inasumible para casi cualquier equipo.
Segundo, porque, en caso de hacer las maletas, prefiere irse a un club en el que pueda ganar la Champions League, y donde haya un proyecto fiable, no en construcción.
Por eso, se habla de su regreso al Liverpool con mucha fuerza.