Pep Guardiola sigue siendo ídolo para muchos barcelonistas, pero el técnico catalán no tiene precisamente la misma percepción del Barça, o al menos, a día de hoy. El entrenador del Manchester City dejó claro que no volvería a la entidad catalana nunca, subrayando con uno simple "sí" cuando fue preguntado por si la puerta estaba cerrada.
Y es que en un juego de orgullos, el tira y afloja del entrenador del sexteto blaugrana y el club culé tiene mucho que ver con la figura del actual director deportivo del FC Barcelona: Deco. El dirigente portugués y exfutbolista del Barça, fue uno de los primeros señalados por Guardiola cuando llegó al banquillo del Camp Nou. Fue Joan Laporta el primer presidente en confiar en él como entrenador de Primera División, pero Guardiola, aparte de Deco, dejó claro que quería fuera de su plantilla a Ronaldinho y a Eto'o.
Pep Guardiola y sus vetos al Barça en el mercado de fichajes
Así pues, parece claro que la pared imaginaria entre Guardiola y el club que él mismo catalogó como "mi club" es Deco. Pero no. El tema es mucho más profundo y hay muchos más agravantes. En el mercado de fichajes, Pep Guardiola vetó la llegada de João Cancelo al Barça cuando Xavi Hernández lo quiso reclutar durante el verano de 2022. El técnico catalán le dio luz verde para salir hacia el Bayern de Múnich, pero no hacia un Barça donde, de igual manera, acabó jugando. Un verano más tarde volvió al City y a Guardiola le faltaban pretendientes para un jugador con quien no tenía relación.
Más tarde, fue Bernardo Silva. El Barça tuvo que pagar hasta el último céntimo de los 55 millones en los que se tasaba la salida de Ferran Torres y con el mediapunta portugués, tres cuartos de lo mismo. Xavi siempre ha sido enamorado del fútbol del '20' citizen, pero nunca ha podido trabajar con él porque Guardiola, como con Ferran, se plantó en un precio muy elevado para un Barça que no podía hacer fichajes a dedo.
Joan Laporta le vuelve a la jugada con Frenkie de Jong
Ahora, y según algunas publicaciones, es Pep Guardiola quien pregunta por un jugador del Barça. Concretamente, es Frenkie de Jong quien interesa, pero en el caso del City, el Barça se remite a los 400 millones de euros de su cláusula de rescisión. Sea como sea, las fricciones en el mercado de fichajes de son lo de menos, ya que parece que lo que era una historia romántica ha pasado a ser una cuestión personal prácticamente imposible de solucionar.