Coutinho: desequilibrio y gol para el ataque blaugrana

Punto y final a la crónica del fichaje más caro de la historia del Barça. Después de meses y meses de negociaciones, Philippe Coutinho (Río de Janeiro, 1992) llega al conjunto blaugrana para hacer vibrar a un Camp Nou que echa de menos, en términos futbolísticos, la samba brasileña de Neymar por el carril izquierdo del ataque. Los de Valverde suman un nuevo efectivo a la plantilla que aportará verticalidad, desequilibre, técnica y, sobre todo, gol

La samba brasileña vuelve al Camp Nou

Si el gol es la virtud más preciada en los delanteros puros, el desequilibrio es la que más se valora en mediocampistas y jugadores de banda. Philippe Coutinho llega al conjunto blaugrnaa con el ambicioso objetivo de convertirse en el recambio de Neymar, y es que después de su marcha Valverde perdió a un futbolista que pedía la pelota cuando más quemaba. Los resultados han llegado, pero la grave lesión de Dembélé no ayudó y Messi e Iniesta han sido los únicos argumentos para superar líneas defensivas rivales.

El ya exjugador del Liverpool no sólo está más que preparado para tomar el relevo con garantías sino que, además, su perfil es el de un jugador con facilidad para ver portería. Y de hacerlo con las dos piernas y tanto desde dentro del área como desde fuera de esta. Así, esta faceta dotará al Barça de una alternativa en aquellos partidos en que el rival se encierra y no permite que las internadas de los delanteros culés lleguen a buen puerto.

Pasado blanquiazul

Con la incorporación de Coutinho, el Barça se asegura un delantero con pasado y futuro. Con proyección, pero también experiencia. Y es que a pesar de sólo tener 25 años, el brasileño ya encadena ocho temporadas al máximo nivel y es un futbolista habitual en las convocatorias de la selección brasileña. Su prematura irrupción lo ha convertido en un jugador con recorrido y que, además, ahora se encuentra en su mejor momento de forma.

De hecho, el atacante ya maravilló en Barcelona durante su etapa en el Español. En la temporada 2011/12, Coutinho se destapó en la entidad blanquiazul, y su buen rendimiento con la camiseta del otro equipo de la ciudad lo situó en la órbita de los mejores clubs del mundo. Seis años después, el brasileño está preparado para asumir el reto que supone llegar al vestuario culé.

Adiós a la Champions

Después de no conseguir su fichaje durante el mercado de verano, Bartomeu ha hecho un esfuerzo para mejorar la plantilla durante el invierno y recompensar el esfuerzo que hizo el propio jugador por rubricar su firma en las oficinas catalanas durante agosto. Este hecho, no obstante, tendrá una consecuencia bastante negativa: Coutinho no podrá ayudar a su nuevo equipo en su travesía por la Champions League.

Teniendo en cuenta que la Liga está muy encaminada y prácticamente toda la Copa se desarrolla durante enero (mes en el cual el extremo iniciará su periodo de adaptación), sólo hay dos hechos económicos que justifican la prisa del Barça: la posible revalorización que se podría producir en caso de que hiciera un buen Mundial y la muy probable aparición de otros equipos interesados en sus servicios. Y a eso se le tiene que sumar, además, el hecho de que el brasileño tendrá mucho tiempo para adaptarse al primer equipo y durante este periodo Valverde lo podrá utilizar para dar descanso a jugadores que sí que pueden disputar la máxima competición internacional.

Las cifras de Coutinho

La frialdad numérica no engaña a nadie: el futbolista no podría haber reaccionado mejor a su fichaje frustrado. Los dirigentes del Liverpool no quisieron negociar a pesar de su insistencia, pero él no se encerró en banda. Durante el primer tramo de la curso, Jürgen Klopp lo ha considerado como un jugador trascendental y él ha respondido con grandes actuaciones y buenos registros goleadores (en sólo cuatro meses ya ha marcado 11 goles, sólo dos menos que en toda la temporada pasada). Su compromiso es innegable.

Verticalidad, desequilibrio, técnica y, sobre todo, gol. El que ya es el fichaje más caro de la historia del Barça promete tardes de gloria a unos aficionados culés que están satisfechos con los buenos resultados del equipo pero necesitan nuevos estímulos futbolísticos. Sólo el tiempo dirá si acaba triunfando o no, pero lo que es seguro es que la samba brasileña no dejará de sonar en el carril izquierdo del césped del Camp Nou.