Pablo Torre ha llegado a un punto de inflexión en su carrera. A sus 21 años, el mediapunta no está teniendo las oportunidades que esperaba en el FC Barcelona, donde bajo las órdenes de Hansi Flick ha pasado a un papel totalmente secundario. Apenas ha disputado 8 partidos en LaLiga esta temporada, en los que ha logrado 3 goles y 1 asistencia, un rendimiento notable teniendo en cuenta sus escasos minutos. Ante esta situación, el jugador ya ha expresado su deseo de salir, ya sea en calidad de cedido o traspasado, para poder dar el salto definitivo en su carrera.
El interés de clubes europeos no se ha hecho esperar, y el Nápoles de Antonio Conte ha sido uno de los primeros en preguntar por él. El equipo italiano, que busca reforzar su centro del campo con talento joven, considera a Torre una opción interesante.
Falta de oportunidades y frustración con Flick
Cuando el Barcelona lo fichó del Racing de Santander en 2022, se esperaba que Pablo Torre pudiera seguir un camino similar al de Pedri o Gavi, pero la realidad ha sido diferente. Primero con Xavi Hernández y ahora con Flick, su papel ha sido residual. En su primera temporada, apenas tuvo minutos y fue cedido al Girona, donde tampoco logró consolidarse como titular.
Con la llegada de Flick, Torre esperaba un cambio, pero la apuesta del técnico alemán por un centro del campo con jugadores más físicos y experimentados ha dejado al cántabro fuera de los planes. A pesar de su calidad técnica y capacidad para llegar al área, el entrenador prefiere otras opciones y no ha mostrado confianza en él. La frustración de Torre ha ido en aumento, y por ello ha tomado la decisión de buscar un nuevo destino.
Conte quiere ficharlo para su nuevo proyecto en Nápoles
Uno de los equipos que ha mostrado interés en él es el Nápoles, que está en plena reestructuración bajo el mando de Antonio Conte. El técnico italiano, conocido por su exigencia y su apuesta por jugadores con carácter, ve en Torre un posible refuerzo para su mediocampo ofensivo.
El problema para el Barça es que el Nápoles podría no estar dispuesto a pagar un traspaso alto, y optaría por una cesión con opción de compra. Desde el club azulgrana, la salida de Torre no es una prioridad, pero si el jugador insiste, se estudiarán las ofertas. El Barça necesita aligerar su plantilla y reducir la masa salarial, por lo que una venta no estaría descartada si la propuesta económica es atractiva.
Pablo Torre tiene contrato con el Barcelona hasta 2026, pero su continuidad en el club es cada vez más incierta. Si Flick sigue al mando y su situación no cambia, lo más probable es que el cántabro termine buscando una salida en verano. El Nápoles es solo el primer equipo en preguntar por él, pero no será el único.