Nuevas complicaciones en la operación salida que está planeando el Barça. Porque hasta el momento no han recibido ninguna oferta por los jugadores que son considerados prescindibles por Xavi Hernández, y además, hay algunos que ya han mostrado su intención de no marcharse a ninguna parte. Así que Joan Laporta tendrá mucho más trabajo del que se esperaba, y deberá de esperar un milagro para conseguir que todos los señalados se acaben yendo.
Y es que la gran mayoría insisten en que tienen contrato en vigor, y desean respetarlo. Aquí es donde aparece el nombre de Riqui Puig, quien era considerado como una de las grandes perlas de La Masía, pero que ahora mismo se ha convertido en una ‘patata caliente’. Le han dejado muy claro que no tiene espacio en la plantilla, y así se ha podido comprobar este curso, en el que ha jugado entre poco y nada. Peor aún se pueden poner las cosas para él en los próximos meses.
Con Franck Kessié totalmente cerrado, en el Camp Nou no descartan la incorporación de otro centrocampista, lo que provocaría que el rol del internacional español sub 21 pasara a ser totalmente residual. Pero, aún y así, el de Matadepera insiste en seguir ligado al club de su vida, y al que llegó siendo un niño, procedente del Jabac Terrassa. Le queda otro año más firmado, y parece que está decidido a respetarlo, antes de irse como agente libre.
El ‘6’ ha pedido a Laporta que no le eche, y le ha puesto sus condiciones para dejar el Barça. Ahora mismo, la única posibilidad de que acepte la oferta de otro club es que le ofrezcan un papel importante, y un proyecto deportivo ambicioso. Es decir, que no se marchará a ningún equipo que no dispute competiciones europeas, o que pueda prometerle títulos. Algo muy complicado, pues sus únicos pretendientes están en La Liga SmartBank, o tienen como objetivo eludir el descenso de La Liga Santander.
Riqui tampoco parece estar por la labor de marcharse al extranjero, lo que supondría que tendría que alejarse de su familia y de sus amigos.
Ronald Koeman intentó echarle dos veranos consecutivos
Puig promete ser otro de los grandes dolores de cabeza en el Barça otro año más, y ya sería el tercero consecutivo. Porque en los dos anteriores, con Ronald Koeman aún como entrenador, también trataron de darle salida, y de deshacerse de él. No es ningún secreto que no gustaba al neerlandés, quien llegó a acusarle de ser un ‘filtrador’.
Pese a eso, Riqui no quiso irse, y no ha cambiado de opinión. Todavía parece tener la esperanza y la ilusión de que logrará convencer a Xavi, y podrá tener mucha más continuidad de la que actualmente tiene.