Georginio Wijnaldum era uno de los fichajes prioritarios que había pedido Ronald Koeman para reforzar la plantilla del Barça.
El centrocampista neerlandés, que terminaba contrato con el Liverpool, tuvo muy avanzadas las conversaciones con el Barça, hasta el punto de llegarse a dar por hecho, pero a última hora decidió fichar por el París Saint-Germain, por el simple hecho de que el club francés le pagaba más dinero, en la ficha y en la prima de fichaje. Dos meses después, Wijnaldum ya admite públicamente que se ha equivocado.
Un error previsible
"No puedo decir que esté completamente feliz. No jugar es algo preocupante. Porque la situación no es la que querría, pero así es el fútbol y tendré que aprender a lidiar con ello. Soy un luchador. Tengo que ser positivo y trabajar duro para darle la vuelta a la situación. He jugado mucho en los últimos años, siempre he estado en forma y lo he hecho muy bien. Esto es algo diferente y lleva su tiempo acostumbrarse a ello. Tenía muchas ganas de esta nueva etapa y, cuando llega, pasa esto. Es complicado”, ha afirmado Wijnaldum en una entrevista al canal NOS neerlandés.
Y es que a Pochettino no le acaba de convencer Wijnaldum, un fichaje que se encontró sin haberlo pedido, lo que provoca que apueste antes por Verratti, Herrera, Gueye o Paredes. En los primeros partidos, el entrenador argentino alineó a Wijnaldum, pero no tardó en darse cuenta de que no le aportaba la consistencia que busca para el centro del campo, hasta convertirlo en suplente habitual.
Wijnaldum se arrepiente
Ahora, claro está, Wijnaldum se ha dado cuenta del grave error cometido. No juega y el futuro no pinta nada bien, pues ya ha detectado que Pochettino no cuenta con él. En el Barça tenía la confianza de Ronald Koeman, que ya lo había dirigido en la selección oranje y que, como hizo con Depay, había llamado en varios ocasiones para pedirle que fichara por el Barça. Ahora ya es tarde, pues no tiene ningún tipo de opción de jugar en el Camp Nou, mientras que se hace complicado pensar que Al-Khelaïfi vaya a dejarlo salir perdiendo dinero, pues tiene que recuperar de algún modo la prima de fichaje que le pagó a Wijnaldum para quitárselo al Barça.
El centrocampista neerlandés, además, se habría reencontrado en el vestuario del Camp Nou con compatriotas como Frenkie de Jong, Depay o Luuk de Jong, lo que habría facilitado mucho su adaptación. Dicen que el dinero no da la felicidad y Wijnaldum lo ha descubierto en París. Cobra muchísimo más de lo que le ofrecía el Barça, pero no es feliz. No juega y tiene muy complicado acabar haciéndose un hueco en el equipo, lo que pone incluso en riesgo su participación en el Mundial de Qatar 2022.