Neto Murara sabe que seguirá sin jugar si sigue en el Barça. Ter Stegen sigue siendo el dueño de la portería blaugrana y el brasileño considera que disputar solo la Copa del Rey, y más cuando ahora las eliminatorias se disputan a partido único, es poco premio para tanto esfuerzo. A sus 32 años, Neto prioriza volver a jugar asiduamente, por lo que le ha pedido al Barça que le deje salir en este mercado de invierno.

Es por este motivo que el portero brasileño, conocer de que el Barça necesita reducir fichas para bajar la masa salarial, le ha pedido al club blaugrana que atienda la llamada del Flamengo. El club de Rio de Janeiro, que busca un portero de garantías, quiere a Neto, por lo que le ha pedido al Barça una reunión para intentar cerrar una operación que ya se intentó el pasado verano y que no se pudo cerrar por la necesidad del Barça de ingresar dinero en traspasos.

Neto, en un partido del Barça / Europa Press

Neto quiere irse ya

En el Barça temen que la salida de Neto deje la portería coja si Ter Stegen tiene problemas físicos, pero al mismo tiempo valoran positivamente la opción de reducir una ficha demasiado elevada tratándose de un portero suplente. Xavi Hernández, además, está contento con el rendimiento que están mostrando en los entrenamientos Iñaki Peña y Arnau Tenas, por lo que la salida de Neto no sería ningún drama.

El Barça, eso sí, no quiere dejar salir gratis a Neto, por lo que el Flamengo deberá poner alguna cantidad encima de la mesa. Este es en estos momentos el punto más delicado, pues el club brasileño tiene la intención de lograr gratis al futbolista. El Barça entiende que Neto debería renunciar a una parte de su ficha a cambio de lograr el traspaso. Neto abandonó el fútbol brasileño en el 2010, cuando dejó el  Atlético Paranaense para fichar por la Fiorentina. De ahí pasó por la Juventus y el Valencia antes de recalar en el Barça.

Neto llegó al Barça en un intercambio por Cillessen / Europa Press

Neto-Cillessen: una operación extraña

Neto llegó al Barça en el verano del 2019, procedente del Valencia, en una rocambolesca operación en la que también estuvo involucrado Cillessen, y que sirvió para sanear las cuentas. En estos momentos, todavía quedan por amortizar 10 millones de euros de la operación, motivo por el cual el Barça no quiere darle al portero la carta de libertad. 

En la operación, tanto el Barça como el Valencia valoraron a sus porteros en 30 millones de euros, pero el club blaugrana incluyó el fichaje de Neto en el ejercicio posterior, lo que le permitió tener un beneficio contable ese verano de 24 millones de euros. La jugada financiera se repitió un año después con Arthur y Pjanic como protagonistas.

 

Imagen principal: Joan Laporta, presidente del Barça / FC Barcelona