El Clásico siempre es un partido de alto voltaje por toda la polémica que se produce durante el partido y toda la que se genera al acabar el duelo. Esta vez, con victoria del Real Madrid ante un Barça inferior, ha acabado con discusión que ya hace dos días que dura.
Uno de los protagonistas del partido, a pesar de no jugar ningún minuto, ha sido Gerard Piqué. El central catalán se quedó en el banquillo pero fue el primero al saltar al césped después de un nuevo escándalo arbitral. Jesús Gil Manzano, el colegiado del Clásico, ha estado en el centro de todas las miradas.
Las quejas de Piqué
Al escuchar el pitido final, Piqué saltó de la grada del Estadio Alfredo Di Stéfano al césped para pedir explicaciones al árbitro. Antes, diferencias con Luka Modric y discusión en catalán con el delegado del Barça, Carles Naval: "Que estoy hablando tranquilamente, déjame, Carles".
Sin embargo, el momento más polémico fue cuando Piqué se encaró con Gil Manzano y se presentaron las quejas por los sólo cuatro minutos de añadido: "Cómo puede ser, si has estado cuatro minutos en la banda y ha habido cambios...". Esto empezó diciendo Piqué al árbitro, añadiendo que "entre que estabas aquí y ahí, que has estado un minuto más, cuatro minutos... es acojonante, te lo digo de verdad...".
Según informa el Marca, las protestas siguieron en el túnel de vestuarios e, incluso, tuvo que intervenir Sergio Ramos. Los motivos de las quejas de los blaugrana: los cuatro minutos de añadido y el penalti no señalado sobre Braithwaite.
Unas protestas que podría haber firmado cualquier culé después del Clásico. Por cierto, muy movido también por como Leo Messi se rebeló contra Gil Manzano. El árbitro extremeño, un árbitro que precisamente no ha ayudado mucho al Barça.