El verano pasado, y después de muchos fichajes, el Barça decidió reforzar todavía más su defensa con dos incorporaciones más. Una fue la de Héctor Bellerín, que en el mercado de invierno se fue al Sporting de Portugal, tras no cuajar en el Camp Nou. La segunda, después de no ser posible el fichaje de César Azpilicueta, acabó siendo Marcos Alonso, que aterrizó al Barça como lateral izquierdo que podía jugar de lateral.

Xavi Hernández no tardó en darse cuenta de que Marcos Alonso no daba el nivel como para jugar de lateral izquierdo en el Barça. Apostó por el futbolista en el partido contra el Bayern de Múnich del Allianz Arena y el resultado fue desastroso. El hecho de que Gerard Piqué decidiera adelantar su retirada provocó que Xavi le encontrara a Marcos Alonso otra posición, la de central, viendo como el Barça no podía salir al mercado.

Marcos Alonso, en una acción del Barça-Manchester United del Camp Nou / Foto: Europa Press

Marcos Alonso defrauda contra el Madrid

Con la caída en el rendimiento de Eric Garcia y el paso de Koundé al lateral derecho, ante la falta de efectivos en la posición, la pareja de centrales titular pasó a ser la formada por Araujo y Christensen, que con Busquets por delante formaron un triángulo defensivo espectacular, como demuestran los números del equipo. El gran problema es que el Barça tiene un once titular de primerísimo nivel, pero no así una plantilla, pues cada sustitución disminuye demasiado el nivel del equipo.

Y una nueva demostración ha llegado con Marcos Alonso. Con Christensen lesionado, Xavi Hernández debía elegir entre darle la titularidad en el Clásico de la Copa del Rey al central madrileño o a Eric Garcia. El segundo, que cada vez que juega genera más dudas, parece destinado a ser el suplente de Sergio Busquets en el pivote defensivo, por lo que el elegido acabó siendo Marcos Alonso.

Koundé y Marcos Alonso, defendiendo a Benzema / Foto: EFE

Marcos Alonso, sentenciado

Y el resultado, desgraciadamente para los intereses del Barça, acabó siendo nefasto. En la primera parte, con el equipo blaugrana brillante en la presión avanzada, Marcos Alonso pasó desapercibido, sin sufrir demasiados problemas, a pesar de que en algunos momentos Benzema parecía lograr sacarle de la zona.

Todo se vino abajo en la segunda mitad, en la que el Real Madrid destruyó todo el entramado defensivo del Barça. Con Araujo viéndose superado por Vinícius y Koundé, como ya va siendo habitual, cometiendo errores impropios de un defensa de su nivel, Marcos Alonso sucumbió. El madrileño fue incapaz de contener a un Benzema desatado que hizo con él lo que quiso, ya fuera jugando entre líneas o en la posición de 9 puro. Las pocas dudas que habían de que Marcos Alonso no tiene el nivel para jugar en el Barça se han disipado. El central saldrá del equipo en verano.