No todos los jugadores del Barça sintieron la dura derrota contra el Bayern de Múnich de la misma manera. El club blaugrana acababa de hacer el ridículo al caer a la Europa League, competición que disputará tristemente por primera vez en su historia, certificando que ha bajado varios peldaños a nivel europeo. Porque lo peor es la sensación de que el Barça no tenía nada que hacer, que realmente está a años luz de poder competir con el Bayern de Múnich.

Jugadores como Piqué o Sergio Busquets estaban desencajados, conscientes del desastre. Gavi, aún menor de edad, abandonaba el terreno de juego al ser sustituido entre lágrimas, desesperado, en una imagen que ha dado la vuelta al mundo. Otros, en cambio, se lo tomaron como un partido más. Otro día en la oficina.

Lenglet, de cachondeo tras la debacle

Y es que tras acabar el partido las cámaras pillaron a Lenglet riendo a carcajada limpia junto a Lewandowski, quizá haciendo broma porque el delantero polaco no había logrado su gol. El central francés acababa de completar un partido pésimo, otro más en su historial, pero en lugar de guardar respecto al club que le paga y a sus aficionados, no dudó en irse a hablar con Lewandowski como el que acaba de jugar un amistoso de verano.

La imagen no tardó en circular por las redes sociales, provocando que la afición del Barça cargara duramente contra un Lenglet que lleva meses sin jugar a buen nivel y que para muchos ya se tendría que haber ido del Barça el verano pasado. El francés demostró una falta de compromiso alarmante, además de seguir sin entender qué significa el Barça.

Müller mete el dedo en la llaga

Mientras Lenglet hacía bromas con Lewandowski, Xavi Hernández mandaba un aviso, al afirmar que acababa de empezar una nueva era en la que no habrá concesiones, y Thomas Müller analizaba la situación del Barça, con una frase tan dura como cierta. "El Barça no puede afrontar nuestra intensidad. Técnicamente lo tienen todo, grandes jugadores, a nivel técnico y táctico, pero no pueden competir a máxima intensidad en el fútbol de máximo nivel", afirmó el alemán Müller a DAZN.

"Contra el Barça siempre fluye de alguna manera. Hemos jugado bien. Lógicamente, no todo fue perfecto. Cuando juegas contra el Barça, quien siempre presiona arriba para desenvolverse, siempre encuentras huecos para nuestros extremos. A veces no tuvimos el timing correcto en el pase y en los desmarques. En la segunda parte pudimos haber hecho más, pero ha sido divertido", añadió Müller.

 

Imagen principal: Piqué, luchando un balón con Müller en el Bayern-Barça / EFE