Jarro de agua fría para el barcelonismo. Después de que las primeras valoraciones, justo tras terminar el Barça-Sevilla, apuntaran que Gerard Piqué no sufría ninguna lesión de consideración en su rodilla derecha, la misma que le apartó de los terrenos de juego las últimas semanas, una nueva exploración, ya en frío, ha revelado que el central catalán sí tiene afectados los ligamentos.
Concretamente, Piqué sufre un esguince en el ligamento lateral interno de su rodilla derecha, lo que le podría dejar fuera de los terrenos de juego los próximos 15 días. De ser así, el central se perdería los partidos de liga contra Osasuna y Huesca y el duelo frente al París Saint-Germain del próximo miércoles.
El retorno de Piqué mejora al Barça
Tras forzar su retorno para jugar precisamente contra el PSG, parecía que Piqué ya había dejado atrás su lesión, pues el central fue titular contra el Cádiz, el Elche y en el Sánchez Pizjuán, y rindiendo a un excelente nivel.
Este miércoles, de hecho, fue uno de los mejores blaugrana, con el añadido de ser el héroe, al marcar el 2-0 con el que el partido se fue a la prórroga. Y fue precisamente en el tiempo extra cuando Piqué se lesionó, tras girar bruscamente todo el cuerpo para hacer un pase en largo. El central cayó al suelo con serios gestos de dolor, lo que provocó que todos los fantasmas volvieran al Camp Nou.
Sin cambios posibles, Piqué decidió forzar y acabar el partido, para ayudar al equipo a certificar la remontada. Tras el pitido final, en el vestuario, los médicos consideraron que todo podría quedar en un susto. Este jueves, sin embargo, las pruebas han confirmado que sufre un esguince. Por suerte, la lesión no parece grave, aunque sí que pone en serio riesgo su presencia en París.