Tadej Pogačar ha demostrado una vez más porque es el gran favorito para ganar el Tour de Francia 2024. Todas las dudas que pudiera tener el esloveno se han desvanecido en la alta montaña: victoria en Pla d'Adet con autoridad y reafirmación de su maillot amarillo. En una etapa que ha empezado de manera frenética, hemos tenido que esperar hasta los últimos 5 km para ver movimientos importantes. Y aquí, el líder de la general se ha mostrado muy superior a sus rivales, tanto en valentía como en fuerzas. Segunda victoria de etapa en esta edición y golpe moral muy fuerte a todos los que desconfiaron de él a principios de semana.
La primera gran etapa de los Pirineos llegaba en un momento muy caliente de la carrera. Las pocas diferencias entre los tres primeros de la general y la valentía y ganas de moverse que han demostrado los ciclistas hasta el momento auguraban una jornada trepidante. 150 km entre Pau y Saint-Lary-Soulan con tres puertos de gran entidad: el mítico Tourmalet, el Hourquette d'Ancizan y el final en alto en Pla d'Adet, todos en la segunda mitad del recorrido. Pero si pensabais que el inicio de etapa sería tranquilo para guardar fuerzas para este infierno de montaña, ibais bien equivocados. Ritmo vertiginoso desde el primer kilómetro, con muchos intentos de fuga fallidos y un desgaste impresionante. La primera hora se ha hecho a 51 km/h a pesar de estar en un terreno que picaba ligeramente hacia arriba, muy por encima de lo esperado. No ha sido hasta a falta de 90 km cuando se ha conseguido formar la escapada, con ciclistas que ya han sido protagonistas en esta edición.
Un Tour complicado para las escapadas
Van der Poel, Lazkano, Healy y Gaudu eran los corredores más vigilados por las cámaras. Ciclistas de un altísimo nivel que buscaban su primera victoria en este Tour. Un grupo con 19 integrantes empezaba el ascenso al Tourmalet con poco más de 4 minutos de margen sobre el pelotón. Las intenciones del gran grupo en este puerto ya harían ver en los fugados si tenían alguna opción real a la victoria de etapa. El ritmo del UAE desde el inicio de la subida hacía descolgar a muchos ciclistas y anunciaba que Pogačar quería volver a luchar por el triunfo del día. No ha habido ningún movimiento importante, pero ha sido una ascensión de maduración donde las piernas de todos los ciclistas ya han empezado a notar el cansancio. El pelotón ha mantenido la escapada controlada en todo momento y no les han dejado aumentar la renta. Mientras tanto, por delante el grupo se reducía rápidamente.
A menos de un kilómetro de la cima del Tourmalet, Oier Lazkano ha decidido lanzarse en un intento de épica en solitario. El vasco ha sacado 30 segundos a sus compañeros de fuga y ha empezado el descenso él solo, pero ha decidido detenerse y esperar otra oportunidad, que no ha tardado en llegar. Nada más empezar el ascenso al Hourquette d'Ancizan, el ritmo ha subido mucho y 4 ciclistas se han marchado por delante: Lazkano, Healy, Gaudu y el veterano Kwiatkowski. Al mismo tiempo, Marc Soler ha cogido la batuta en el gran grupo y también ha subido el ritmo. 40 km para el final y la etapa ya empezaba a ponerse interesante de nuevo. El ritmo del catalán ha reducido la distancia con la fuga hasta menos de un minuto y medio antes de acabar el puerto, y cada segundo que pasaba convertía el triunfo de etapa en una hazaña más complicada para el grupo de 5, donde se había incorporado el sudafricano Meintjes.
Pogačar al ataque sin piedad
Llegábamos a los últimos 12 km con un pelotón muy reducido y una escapada que no tiraba la toalla. En el inicio del ascenso, Ben Healy se deshacía de sus rivales y se marchaba en solitario buscando la victoria de etapa. Por detrás, Adam Yates, compañero de Pogačar, atacaba y aguantaba unos 15 segundos por delante del gran grupo, advirtiendo un ataque del líder pronto. El Visma, equipo de Vingegaard, ha cogido el control, pero sin demasiada intensidad. A 6 km del final, Healy mantenía 50 segundos de margen y seguía soñando, aunque Yates se le acercaba con cara de tener muchas fuerzas. Y, a 5 km, el ataque que todo el mundo esperaba. El maillot amarillo se levantaba de la bicicleta y salía con una fuerza descomunal. En poco más de medio kilómetro llegaba a rueda de Yates y juntos superaban a Healy. Vingegaard no podía reaccionar y Evenepoel tenía suficiente con aguantar en rueda del neerlandés.
La atmósfera en los últimos kilómetros era espectacular, pero las fuerzas ya no eran las mismas. Evenepoel empezaba a perder unos metros y los segundos entre los tres primeros de la general aumentaban. Vingegaard a 10 segundos y el belga en 16 a 3 km de la meta. Y cuando parecía que estas distancias se mantenían, el esloveno ha puesto una marcha más. Volando en los últimos metros como si le sobraran las fuerzas, ha conseguido su segunda victoria de etapa. El ataque final ha dejado a Vingegaard a 43 segundos en la línea de meta y Evenepoel a 1 minuto y 9 segundos. El español Carlos Rodríguez ha llegado en cuarta posición a 10 segundos del belga y confirma las buenas sensaciones que veíamos. No son diferencias descomunales, pero Pogačar ya tiene 1 minuto y 57 segundos de margen en la general y no dejará de intentar aumentarla. Mañana, sigue la alta montaña con la llegada a Plateau de Beille antes de la última jornada de descanso. Y con eso, solo nos quedan 7 etapas para saber quién se llevará el maillot amarillo en casa.