Por si alguien podía tener alguna duda sobre el poderío de Tadej Pogacar, el ciclista esloveno se ha encargado este miércoles de volver a demostrar su enorme superioridad montado en una bicicleta al llevarse la etapa reina del Tour de Francia.
A diferencia de lo acontecido en los Alpes, Pogacar no ha logrado desengancharse del danés Jonas Vingegaard y del ecuatoriano Richard Carapaz, los otros dos vencedores de la jornada, pues han dado un paso de gigante para completar el podio de París.
Pogacar 'decide' el podio
En una jornada grande, de alta montaña, y con el añadido de ser el Día Nacional de Francia, Pogacar no ha dado ninguna concesión y ha coronado en la primera posición el Col del Portet, mostrando con orgullo el maillot amarillo.
Tras mantener un fantástico duelo con Vinegaard y Carapaz en los 7 últimos kilómetros, el esloveno ha cruzado la meta con 3 segundos de ventaja respecto al danés y 4 del ecuatoriano.
Y es que en cierta medida el ataque de Pogacar, más que decidir un Tour que ya estaba decidido, ha cribado la lucha por el podio, con Urán y Enric Mas como grandes perjudicados, pues ven como se aleja el sueño de ocupar un puesto en el podio.
Pogacar no da ninguna concesión
Tras un inicio de etapa tranquilo, todo ha dado un giro con el ascenso al Col de Peyresourde, donde el equipo de Pogacar ha reducido el grupo principal a solo 50 corredores. Y la criba se ha acrecentado en el segundo puerto del día, el Col de Val Louron-Azet.
La traca final ha llegado en el ascenso al Portet, un puerto durísimo, de 16 kilómetros. El UAE ha vuelto a tensar la cuerda y los ciclistas se han ido cayendo. Finalmente, Pogacar se ha ido, solo con Vingegaard y Carapaz a rueda. El esloveno ha pedido hacer relevos, sin éxito, por lo que ha decidido seguir tirando, a ver si lograba irse solo como en los Alpes.
Finalmente, a 100 metros del final, Pogacar ha dado el tirón definitivo. No parece humano.