Si Nike, la empresa encargada de diseñar toda la ropa deportiva del FC Barcelona, quería que se hablara, para bien o para mal, de las camisetas que el primer equipo blaugrana lucirá la próxima temporada, ha logrado su objetivo con nota.
Y es que cuando la afición del Barça todavía no ha acabado de digerir la extravagante primera equipación para la temporada 2021/22, con una camiseta que dibuja el escudo a la que se añade un polémico pantalón mitad azul mitad rojo, que no grana, este viernes ha trascendido otra novedad, que el Barça vestirá una camiseta diferente en la Liga que en la Champions.
Un homenaje a los barrios de Barcelona
El nuevo diseño, que ya adelantó en formato digital hace unas semanas Mundo Deportivo, presenta franjas verticales de colores azul y rojo, añadiendo diferentes estampados con elementos correspondientes a barrios de Barcelona como Sant Antoni, Les Corts, Sants, Poble Sec, el Raval o Gràcia.
Entre los dibujos representativos aparecen las 3 Chimeneas del Poble Sec o la Masia del Barça, propia de Les Corts.
Se crea una campaña en contra de los nuevos diseños
"Debido al gran rechazo de la masa social del FC Barcelona a las nuevas camisetas diseñadas por NIKE para la temporada 2021-22 pedimos un cambio inmediato de dichos diseños. La afición del Barça no nos sentimos representados con estos diseños y creemos que no están a la altura de una institución como el FC Barcelona. La culpa fue de la directiva del señor Josep Maria Bartomeu en una más de todas las malas gestiones que han hecho en nuestro querido club". Con este texto, un grupo de aficionados del FC Barcelona ha iniciado una recogida de firmas a través del portal change.org para pedir al club que cambie las camisetas de la próxima temporada.
Y es que tras las críticas de la equipación presentada el pasado martes, la nueva camiseta para la Champions ha generado la misma animadversión. "Cómo será de fea la primera equipación, que este esperpento me gusta más". "Con esa equipación es como pedirle a los grandes clubes de Europa que los goleen de nuevo". "¿Tan difícil resulta respetar los colores del club?".
La polémica, pues, está servida. Y parece no tener fin.