Sigue la guerra interna en Red Bull. Max Verstappen se las prometía muy feliz este año al pensar que no tenía rival para poder alzarse con su tercer mundial consecutivo. El neerlandés, después de la lucha encarnizada con Lewis Hamilton en 2021, a quien logró ganar en el último Gran Premio de la temporada, obtuvo su segundo título mundial al año siguiente, en un campeonato que no tuvo ningún misterio. Dominó de principio a fin y se vio solo en lo más alto de la clasificación, consciente de que no tenía rival.
Este año esperaba que las cosas fueran por el mismo camino. Sin embargo, se ha dado de frente con la realidad y la temporada no ha empezado como a él le gustaría. Sí, es cierto, es el líder de la clasificación general, pero no está solo. Mad Max, con el mejor monoplaza de toda la parrilla, esperaba no tener rival, pero hay uno que lo sigue muy de cerca. Su compañero Checo Pérez le ha declarado la guerra.
A Verstappen le sale un duro competidor
El mexicano tiene claro que no quiere seguir estando a la sombra de su compañero. Al igual que Max, ambos tienen el coche más rápido y fiable, y Checo ha demostrado que tiene el potencial suficiente para ser campeón. En los 4 primeros grandes premios que se han disputado, se han repartido las victorias, consiguiendo dos cada uno.
Hasta la fecha, Pérez se había mostrado más con un perfil bajo y en un segundo plano, para favorecer a su compañero. Pero esta temporada se ha erigido como un gran candidato a conquistar su primer mundial y no está dispuesto a dejar pasar esa oportunidad, y menos cuando en Red Bull les han dado vía libre.
En la marca austriaca no quieren intervenir en la lucha por el campeonato mundial entre sus dos pilotos. Cuantas más opciones tengan, mejor, aunque son conscientes de que es prácticamente imposible superarlos. Así pues, la cuestión está en saber cuál de los dos Red Bull queda por delante y no va a haber órdenes de equipo. Hay que ganar en la pista, no fuera.
Verstappen tendrá que saber manejar la situación
Christian Horner lo dejó claro al finalizar la carrera en Bakú, lugar donde Checo Pérez se hizo con la victoria: "los dos iban al máximo. Como siempre les dejamos correr hasta el final y los dos tienen presión. Aún es pronto para mirar al mundial", así pues, habrá vía libre para que ambos compitan.
Esta situación ha puesto en jaque y ha enfadado a Verstappen. Y más después de las declaraciones de Anthony Davidson, expiloto de Fórmula 1, que cuestionaba sus métodos a la hora de tomar riesgos: "Max ahora tiene el auto que tiene, Red Bull es el equipo dominante y ha pasado muchos años en un auto que no era tan dominante. En el pasado, como sucedió en 2020, cuando estuvo peleando contra el monoplaza de Mercedes, buscó movimientos en los que tomaría riesgos. Es lo único que necesita arreglar y de lo que aprender, tomar a Hamilton como referencia cuando Lewis estaba en un auto tan dominante", dijo en una entrevista a Crash.
Verstappen es un piloto muy agresivo cuando se trata de remontar posiciones, todos lo hemos visto, y una mala gestión de la toma de decisiones puede suponer un problema y más con un monoplaza tan rápido como el suyo. Deberá mantener la mente fría si no quiere que una bonita lucha con su compañero se convierta en una batalla campal. Tendrán que evitar los choques, porque pilotos como Fernando Alonso vienen pisando fuerte para asaltar el trono.